El último informe de la CHE revela que la ladera de Yesa permanece "estable"

"La ladera de la margen derecha de Yesa no tiene movimiento significativo". Es la conclusión que se extrae del último informe elaborado por la Confederación Hidrográfica del Ebro tras analizar la presa desde noviembre de 2017 a mayo de 2018. En estos momentos, se han ejecutado 3,22 hectómetros cúbicos  del cuerpo de la presa recrecida (el 97%), alcanzando la altura sobre los cimientos 104 metros y superando en 26 metros la cota de coronación del antiguo embalse.

El estudio advierte de que hasta que se consolide la ladera y su vegetación, los procesos de erosión hídrica van a favorecer la formación de cárcavas, movimientos puntuales y la aparición de grietas en pequeñas desestabilizaciones locales. A pesar de ello, en el último periodo analizado y según la clasificación internacional Crudel y Varnes, se da un "movimiento extremadamente lento". No se han constatado circunstancias de que hayan cambiado las condiciones de estabilidad de la ladera y se mantienen los mecanismos de auscultación que permiten prever cambios significativos.

La situación actual no implica, según el estudio, "que puedan existir en un futuro movimientos locales puntuales", si bien advierte de que "no afectarían a las condiciones de seguridad de la globalidad de la ladera". Recuerda, además, que en la última fase se deberán ejecutar las medidas de sostenimiento previstas, que consisten en muros y anclajes a cables, galerías de drenaje y  una pantalla continua de impermeabilización.