Heraldo del Campo

De las aulas a la 'dulce locura' de los cócteles comestibles

Alicia Sánchez dejó el Magisterio para dedicarse a su pasión y así creó unas gominolas con alcohol que pronto se darán a conocer a nivel internacional

Alicia Sánchez es la encargada del proyecto Dulces Locuras, una iniciativa pionera en España.
Alicia Sánchez es la encargada del proyecto Dulces Locuras, una iniciativa pionera en España.

Probablemente si hace tres años le hubieran preguntado a Alicia Sánchez, creadora de Dulces Tentaciones, dónde se veía en un futuro, su respuesta no se hubiera acercado en absoluto a su realidad actual. El suyo es uno de esos casos en los que un ‘hobby’ se transforma en un auténtico modo de vida. Tras terminar la carrera de Magisterio en Educación Física, la joven se trasladó a Tauste, su pueblo natal, para comenzar a preparar las oposiciones. Durante este tiempo, comenzó a sumergirse en el mundo de la repostería junto a su madre, una afición que pronto dio como fruto Dulces Locuras, su propio negocio. «Poco a poco íbamos experimentando con nuevas fórmulas, dando rienda suelta a nuestra creatividad», explica Alicia, quien en este afán de búsqueda de un producto diferente consiguió crear los Bocados de licor vivo, unas chucherías con alcohol pioneras en España. «Este proyecto está en otra liga, me ha dado la posibilidad de crear algo desde cero, por eso, para mí es como si fuese mi hijo», afirma.

«Todo comenzó casi por casualidad, una noche tomando unas copas nos pusieron al lado un tarrito con chucherías y pensé en juntar ambos productos.De esta manera, se mezclan el componente infantil de las gominolas con el placer de una copa, liberando al niño que todos llevamos dentro con las ventajas de ser adulto», comenta la joven. Tras esta primera idea, comenzaron unos meses de duro trabajo para conseguir sacar adelante este nuevo proyecto centrado en las chucherías con licor. «El proceso de realización resultó más complicado de lo que pensaba en un principio. Fueron horas de esfuerzo hasta conseguir dar con la mezcla química exacta mediante la cual no se evaporase todo el alcohol y se consiguiera la textura y el sabor deseados», atestigua Sánchez.

Tras este proceso de creación, que como todas las partes de la producción fue cien por cien artesano, consiguió su objetivo: crear cócteles comestibles. Gin Rosa, tequila, ron, Ciërveister, cava y mojito son las opciones que ofrecen ahora mismo, sin embargo, el abanico es mucho más amplio y conforme la idea se vaya desarrollando irá aumentando. «Creamos unos sabores básicos para presentar las chucherías, pero estas pueden ser de cualquier tipo de bebida. No obstante, cada una requiere una receta y un tratamiento diferente en función de su graduación», afirma Sánchez.

Estos bocados se han convertido en un éxito que sorprende a todo aquel que los prueba. «La sensación general es de asombro, es como darle un mordisco a una copa. Además, lejos de lo que se pueda pensar, su bocado es muy agradable, se ha buscado que resulte rico y dulce, no que sea alcohol puro», explica Alicia. Un novedoso alimento que, aunque está «recién caído en el mercado y tiene que encontrar su segmento», está funcionando muy bien como detalle o regalo. «La gente lo compra para llevar a una cena, sustituyendo a la clásica botella de vino o como detalle, en vez de una caja de bombones», cuenta su creadora.

Un cambio de vida

Este éxito ha supuesto todo un cambio de vida para Alicia. «Comencé este proyecto viéndolo como una fuente de ingresos que me sostuviese hasta que fuese maestra, sin embargo, ahora mismo no contemplo presentarme a las oposiciones», expone. Una decisión que argumenta en la falta de tiempo, ya que todo el trabajo se centraliza en ella, así realiza diversos roles tanto en la cocina como en el ámbito del márquetin o el departamento comercial, entre otros. Un gran esfuerzo que ha sido reconocido con el premio Semillero de Ideas 2018 a mejor Iniciativa Emprendedora Innovadora. Gracias a este galardón la joven viajará al extranjero con el objetivo de establecer relaciones internacionales y publicitar su marca. Una oportunidad que, sin duda, será un buen motor para el auge del producto que, pese a su reciente creación, cuenta con un gran éxito.

«En septiembre tenemos multitud de proyectos, además, estamos trabajando en la búsqueda de nuevos sabores junto a algunos clientes. Uno de nuestros objetivos es crear una gominola de vino, un reclamo para el turismo enológico que está tan de moda». Tal vez la pasión por la repostería creativa, las ganas de innovar o la valentía de emprender un nuevo camino sean las claves del éxito de este proyecto que se enfrenta al futuro sin marcarse límites, con la ilusión de ver hasta dónde puede llegar.

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