Una joven zaragozana, atrapada en una de las islas afectadas por el terremoto de Indonesia

Nati Badules intenta localizar a su hija, de 21 años, con la que habló por última vez ayer a las 4.30 cuando estaba en Gili.

Delfina Heilmann y Aimar Sierra
Una joven zaragozana, atrapada en una de las islas afectadas por el terremoto de Indonesia

La zaragozana Aimar Sierra Badules, de 21 años, permanece atrapada en la isla de Gili Trawangan, un pequeño paraíso indonesio que, como Lombok, se ha visto afectado por un terremoto de 6,9 grados en la escala Richter, que ha dejado 98 muertos y 20.000 desplazados. Su madre, Nati Badules, perdió el contacto con ella a las 4.30 de la madrugada de este lunes. Sabe que sufrió heridas en los pies a consecuencia del seísmo, y la última vez que se comunicó con ella estaba en una colina con cientos de personas en busca de protección por el riesgo de terremotos y tsunamis.

La información llega a cuentagotas, a pesar de los teléfonos facilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores, y los familiares de los españoles que permanecen en la zona afectada recurren a Twitter para poder saber de ellos. En la isla no hay electricidad y, con las baterías de los móviles descargadas, resulta imposible hablar con ellos.

Aimar Sierra envió un mensaje a su madre cuando se estaba registrando el terremoto, escondida debajo de una mesa del restaurante en el que cenaba. "Me contó que tenía pequeñas lesiones en el pie. El primer mensaje fue de pánico. Decía que estaba ayudando a salir a otras personas", explicó a HERALDO Nati Badules.

Desde entonces, continuaron en contacto hasta que se agotó la batería de su teléfono móvil. Incluso después siguió enviando mensajes cuando conseguía que alguien le prestara un celular. Así sabe que su hija, estudiante de Turismo de la Universidad de Valladolid que viajó a Indonesia sola de vacaciones, se había refugiado en una colina junto a más turistas atrapados en la isla. Pero la información que llegaba a España era confusa, y la cifra de fallecidos iba en aumento, aunque el cónsul en Indonesia señaló que no había constancia de víctimas españolas.

Badules expresó su preocupación por que se comenta que en la evacuación de la isla se está dando prioridad a los nativos. "Cuentan que se pide dinero para ser evacuado, que los taxis atienden al mejor postor. No hay electricidad", relató. Las infraestructuras son muy básicas y el acceso a la isla, sobre todo a la hora de ser evacuado, resulta complicado.

Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores aseguraban este lunes, en Twitter, que se seguían evacuando las islas Gili hacia el puerto de Bangsal, en Lombok, y se recomendaba a los afectados que no cedieran al pánico y que comprobaran que las embarcaciones cumplían las condiciones mínimas de seguridad. Pero el malestar entre varios afectados, aún en Gili, era creciente, y desde España exigían que se agilizaran las evacuaciones.

Es posible que más aragoneses permanezcan atrapados en la zona, si bien en la Delegación del Gobierno de Aragón solo tenían constancia este lunes de que Aimar Sierra está entre los afectados. Los viajes a Bali, Lomgbok y las islas Gili tienen demanda en Zaragoza, donde se paga entre 2.000 y 3.000 euros por persona por una estancia de diez días. De hecho, una de las agencias de la capital aragonesa envió un grupo que regresó la semana pasada. Asuntos Exteriores recomendó ayer no viajar a Lombok y las islas Gili en los próximos tres días.

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