La nueva consejera de Sanidad anuncia que hará cambios "inminentes" en su equipo

La nueva consejera de Sanidad, Pilar Ventura, aseguró este miércoles tras su toma de posesión que mantendrá la "buena trayectoria" de su antecesor, pero reconoció que lo "lógico" es que haga algún cambio en su equipo de "manera inminente". La que hasta ahora era número dos del Departamento toma el relevo después de que Sebastián Celaya anunciara su dimisión el martes.

Ventura prometió su cargo en la sala de Columnas del edificio Pignatelli arropada por familiares, gran parte del Gobierno aragonés y representantes de otras instituciones aragonesas, como la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, o el Justicia de Aragón, Ángel Dolado. También estuvo presente su antecesor, Sebastián Celaya, con el que ha mantenido discrepancias en los últimos meses. Según algunas fuentes consultadas, las tensiones internas en el Departamento han podido desencadenar su renuncia a solo diez meses de las elecciones.

Respecto a estos desencuentros, la consejera reconoció que cuando se tiene una responsabilidad "tan tremenda" como la sanidad, "indudablemente" surgen diferencias. "Pero las discrepancias bien gestionadas pueden dar unos resultados más eficientes", señaló Ventura, que hasta ahora ocupaba la secretaria general técnica. Este puesto queda vacante y formará parte de los nombramientos previstos. Además, algunas fuentes hablan ya de que podría haber cambios en otros cargos por su relación directa con el exconsejero Celaya, como el director general de Asistencia Sanitaria o la jefa de gabinete. Para este último, suena el nombre de José Miguel Salas, hasta ahora asesor.

Sobre la decisión de Javier Lambán de confiar en ella para dirigir el Departamento de Sanidad, aseguró que es un "gran honor", pero también una "gran responsabilidad". "Vengo para trabajar en sanidad y hay mucho trabajo", destacó. No obstante, subrayó la "magnífica gestión" que el Departamento ha hecho en estos años y reconoció que llega al cargo cuando se han cumplido prácticamente todos los objetivos que tenía el Gobierno socialista al principio de la legislatura.

"Se entró en un momento muy difícil. La sanidad es muy delicada, sus usuarios son toda la población residente en Aragón. La demanda es infinita y es normal, porque es un derecho fundamental, pero también hay unos recursos que son limitados", señaló Ventura, que recordó que desde el año 2015 ha habido un incremento de 401 millones del presupuesto de Sanidad. Entre las cuestiones por mejorar, destacó las listas de espera, que las calificó de "la cruz" de todos los gobiernos.

"La continuidad, garantizada"

El relevo del consejero de Sanidad es el primero que se produce en el mandato de Lambán. Aunque a finales de 2017 hubo cambios en direcciones generales, los titulares de los Departamentos se habían mantenido desde 2015. De hecho, fue el presidente del Gobierno, Javier Lambán, el que bromeó sobre esta cuestión en la toma de posesión de la nueva consejera: "No tenía experiencia en actos de esta naturaleza y sinceramente espero no acostumbrarme".

Lambán agradeció a Ventura que haya aceptado esta encomienda y destacó su cualificación desde el punto de vista profesional, técnico, académico, así como su compromiso "con el proyecto político". "Tengo seguridad absoluta de que vas a estar a la altura y vas a ser capaz de rematar la tarea iniciada por tu antecesor", subrayó.

De Sebastián Celaya –"permítanme que en este acto me dirija hacia él como Chano", dijo Lambán–, destacó la amistad que les une y que le llevó a pedirle que fuera consejero de Sanidad. "Creo que no se ha arrepentido de la decisión y, desde luego, quien no se ha arrepentido he sido yo. Me hubiera gustado que hubiera estado hasta el final, pero me pidió pasar a la vida reposada de la jubilación", recordó Lambán, que elogió la "magnífica tarea" de Celaya "en todos los terrenos".

Explicó que le pidió, al menos, terminar el curso político por la complejidad del expediente del nuevo hospital de Teruel y para tratar "por todos los medios" de que el relevo se produjera de "manera ordenada". "No quería que se alteraran los ritmos de trabajo que lleva el Departamento desde 2015", concluyó Lambán.