Adiós a las casi 500 cabinas que aún quedan en Aragón

El Gobierno suprime la obligación de Telefónica de mantener las cabinas y las guías de papel. El servicio termina a final de 2018.

Cabina telefónica en el paseo de la Independencia en Zaragoza.
Cabina telefónica en el paseo de la Independencia en Zaragoza.
P. F.

Las primeras cabinas telefónicas se instalaron en Zaragoza en julio de 1967. Y medio siglo después, el medio millar de cabinas que quedan en Aragón están a punto de desaparecer. La popularización de los teléfonos móviles ha relegado a las cabinas a un uso marginal en los últimos años. Sin embargo, hasta ahora Telefónica estaba obligada a mantener un mínimo número de ellas como parte del servicio universal de telecomunicaciones.

Esta obligación terminará el 31 de diciembre de este año. El Gobierno está tramitando un decreto que modificará la Ley General de Telecomunicaciones para eliminar la obligación de mantener las cabinas y las guías de números de teléfono. El Gobierno de Rajoy inició este cambio normativo, que cuenta con el respaldo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y sigue las directrices de la Comisión Europea. Otros países ya han retirado las cabinas, como Francia, Bélgica o Dinamarca, e Italia está en camino. Telefónica llevaba años pidiéndolo pero la normativa le obligaba a mantenerlas por haber sido el operador histórico dominante del sector.

En Aragón quedan 461 cabinas (327 en la provincia de Zaragoza, 77 en Huesca y 57 en Teruel), según los últimos datos de Telefónica. Hace seis años había más de 900, pero la compañía ha ido retirando las que se estropeaban o tenían menos uso. Hasta ahora, el Reglamento sobre las condiciones para la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas, el servicio universal y la protección de los usuarios obliga a tener, al menos, una cabina en cada localidad de más de 1.000 habitantes, y una más por cada 3.000 vecinos. También contempla un teléfono público de pago en los municipios de menos de 1.000 habitantes donde esté justificado por problemas de cobertura móvil u otros motivos.

La mitad de las cabinas que quedan en Aragón están en la ciudad de Zaragoza, tanto en el centro como en los barrios tradicionales. En las zonas de nueva construcción (como Valdespartera o Parque Venecia) no se han instalado. En la ciudad de Huesca aún hay 17, en Teruel 10, en Alcañiz 6, en Calatayud 5 y en Jaca 5, según un buscador online de Teléfonica.

El primer teléfono público de pago en España se instaló en 1928 en el parque del Retiro. En todo el país quedan menos de 18.000 cabinas, y la mitad de ellas no se usan ni una sola vez al año. Esta red de teléfonos hace mucho que dejó de ser rentable y la compañía estaba deseando que terminara la obligación de mantenerlas.

Aún no se sabe qué pasará con todas estas cabinas dentro de cinco meses: si se retirarán todas o alguna se quedará en la calle. El gobierno es el que decidirá el futuro de esta cuestión, explican fuentes de Telefónica.

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