Beamonte dice que los compromisarios son libres de votar al líder del PP que prefieran

El comité de dirección se reunirá antes del  congreso  nacional para analizar a qué candidato va a respaldar.

Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría
Pablo Casado y Soraya Sáenz de Santamaría
Javier Belver/O. D.

El presidente del PP-Aragón, Luis María Beamonte, asegura que cada compromisario será libre de votar por Soraya Sáenz de Santamaría o Pablo Casado para liderar el partido nacional, y eso "no tiene por qué tener penalización de ninguna naturaleza". Aunque siempre se ha mostrado partidario de una lista de integración, "si al final hay que elegir, se votará", y cuando se decida el ganador estarán todos "detrás de esa persona para que los valores y los principios del PP estén encima de la mesa".

Beamonte se pronunció ayer en Tarazona sobre el proceso de primarias en el que está inmerso el partido, y quiso asegurar que el PP-Aragón sabrá "mantener la templanza, la cohesión y la unidad" y que en ningún caso habrá riesgo de ruptura.

Precisamente ayer se confirmó el apoyo de María Dolores de Cospedal, la preferida por el aparato del partido a nivel nacional, a Pablo Casado, al que consideró "la mejor opción" para presidir el PP. Aunque el suspenso se mantendrá hasta la votación del sábado, a las 11.00, y probablemente se decidirá en el último segundo y por un puñado de votos, los apoyos que se van confirmando empiezan a decantar territorios hacia un lado o hacia el otro.

Con la calculadora en la mano, Casado sumaría con el apoyo de los partidarios de Cospedal el 80% del voto de los afiliados en Aragón. Y un sector de los que participan en el proceso es partidario de que los compromisarios ratifiquen la decisión de las bases. Pero en realidad se trata de un proceso de primarias donde no conviene aplicar "las cuentas de la vieja", como alertó ayer la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para no llevarse un gran chasco con el resultado.

Que los compromisarios tendrán libertad de voto lo deja claro el reglamento del XIX Congreso del Partido Popular, que garantiza que "no estarán sujetos a mandato imperativo". Aunque lejos de los focos mediáticos algunos altos cargos del PP-Aragón lleven tiempo haciendo campaña.

En la dirección del partido regional no habrá unidad en el sentido del voto. Los sorayistas y los pablistas están dispuestos a ir hasta el final. Aún está por ver qué camino siguen los partidarios de Cospedal, que puede ser determinante, y si Beamonte, a título personal, da su apoyo explícito a uno de los candidatos, como han hecho los barones populares de otras comunidades autónomas. A última hora de ayer no se había convocado aún el comité de dirección donde se espera que se decante por uno de los dos aspirantes tras la "neutralidad" por la que se apostó en la primera vuelta.

El presidente del PP-Aragón se ha reunido con Sáenz de Santamaría y con Casado, sin solicitar nada a cambio. El ganador deberá proponer a los 35 vocales del Comité Ejecutivo Nacional, y los dos aspirantes han tenido firmes defensores en Aragón, como es el caso de Mario Garcés y Pedro Navarro alineados junto a Casado y Roberto Bermúdez de Castro y Ana Alós con Sáenz de Santamaría.

Casado defendió, en declaraciones a HERALDO, la importancia de los compromisarios aragoneses porque "todos y cada uno son esenciales". El exvicesecretario general de Comunicación del PP ratificó, además, que "el PP-Aragón es un partido de referencia y tiene que estar representado en la directiva" y se comprometió a "no tomar ninguna decisión que pueda afectar a la Comunidad sin contar antes con la opinión del partido regional".

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