¿Por qué hablamos a los perros como si fueran bebés?

Si el propósito es que las mascotas atiendan a las órdenes, entonces quienes practican este comportamiento lo están haciendo bien.

La forma en la que hablamos a los perros tiene algunos factores en común con las expresiones que usamos cuando nos dirigimos a los niños pequeños.
La forma en la que hablamos a los perros tiene algunos factores en común con las expresiones que usamos cuando nos dirigimos a los niños pequeños.

Muchas personas se reconocerán a sí mismas en la afirmación de que solemos hablar a los perros de la misma forma en que lo hacemos con los bebés. Aunque, probablemente, tanto los amantes de los canes como sus dueños no sepan cuál es el motivo. Si el propósito es que las mascotas atiendan a las órdenes que se les mandan, entonces quienes practican este comportamiento lo están haciendo bien.

El DDS (en español, Discurso Dirigido a Perros) es lo que los lingüistas y expertos en conducta animal definen como el modo peculiar de los humanos a la hora de hablar a las mascotas, en general, y a los perros, en particular, y que, curiosamente, tiene algunos factores en común con las expresiones que usamos cuando nos dirigimos a los niños pequeños.

Varias investigaciones, entre ellas, la más reciente, la liderada por Alex Benjamin y Katie Slocombe de la Universidad de Nueva York, han concluido que tanto el contenido como el tono que usamos con el animal son de vital importancia para que este atienda a los mandatos.

Según los expertos en adiestramiento, un tono de voz calmado y suave, sobre todo en cachorros, semejante al que se usa con los niños, facilita el entendimiento del mensaje y mejora el vínculo creado entre el humano y el perro.

Amabilidad

Uno de los mitos sobre cómo enseñar a las mascotas que se ha desmontado en los últimos años es el que aseguraba que debe utilizarse un tono autoritario con ellas. Adiestrar a los perros a gritos o elevando el volumen de la voz puede derivar en que los canes teman a sus dueños o se asusten, provocando el efecto contrario al deseado.

Para conseguir una buena comunicación con ellos, también es indispensable tener en cuenta las señales que envían y que pueden informarnos del estado en el que se encuentra el animal, incluso a nivel anímico.

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