¿Qué beben los aragoneses?

La tradición y los hábitos alimenticios son determinantes a la hora de consumir determinadas bebidas, por este motivo, Aragón se sitúa a la cabeza en consumo de vino y whisky.

Más de la mitad del gasto en bebidas se hizo fuera del hogar.
Más de la mitad del gasto en bebidas se hizo fuera del hogar.
Pixabay

El vaso de vino para comer o la copa de whisky para ‘rebajar’ parece toda una tradición en la gastronomía aragonesa. Así, lo atestigua el último informe de consumo y alimentación, elaborado y presentado por el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde Aragón se sitúa entre los primeros puestos en el consumo de estas bebidas y, en cambio, ocupa de los últimos en cerveza sin alcohol.

Concretamente, durante el pasado año, los españoles gastaron 13.276,7 millones de euros en bebidas. Más del 80% de estas fueron tomadas dentro del hogar, pero casi un 56% del gasto se correspondió a consumo fuera del hogar. El agua, la cerveza y el café encabezan esta lista, en la que, por el contrario, el vino, las bebidas espirituosas y los néctares sufren un retroceso. Sin embargo, la Comunidad aragonesa, a pesar de seguir esta misma tendencia que el conjunto del país, presenta un panorama diferente liderando los ránquines de consumo de vino, whisky y brandy.

Así, del informe se desprende que el carácter diferenciador de la gastronomía aragonesa repercute, a su vez, en las bebidas que tomamos. Se exhibe, por tanto, como una de las comunidades donde más vino se consume, concretamente vino espumoso o gasificado con denominación de origen, donde ocupa el cuarto lugar del ranquin. A pesar de que este tipo de vino no alcanza el 20% del mercado vinícola, los aragoneses se muestran como un potencial consumidor en auge. “La buena noticia es que el consumo en general ha bajado y, en cambio, el gasto aumenta, lo que sugiere que los compradores optan más por la calidad que por la cantidad”, explica Alejandro Sanz, endocrino y presidente de la comisión de Nutrición del hospital Miguel Servet de la capital aragonesa.

La tradición vinícola que posee el campo de la Comunidad junto con los hábitos alimenticios son dos de las razones por las que los aragoneses eligen este producto. “Tomarse un pequeño vaso de vino al día no es perjudicial para la salud, -asegura el doctor- siempre y cuando la persona que lo ingiera esté sana”.

Son las parejas adultas sin hijos o con hijos mayores y las personas jubiladas quienes eligen esta bebida mayoritariamente, según atestigua el informe. En cambio, los jóvenes independientes y las parejas con hijos pequeños, los que menos. “Detrás del perfil del consumidor se encuentra una persona adulta, lejos de la adolescencia, esto es siempre un dato positivo”, manifiesta el doctor.

Y es que, como aclara: “La moderación y la madurez del consumidor es determinante a la hora de tomar bebidas con graduación, sobre todo si poseen una muy alta”. Así, a pesar de que Aragón encabece las listas de bebidas espirituosas, como el whisky o el brandy, se trata de un consumo doméstico y consciente, ya que son personas adultas quienes optan por este tipo de bebidas. “Con el tiempo, además, los gustos irán variando, ya que las futuras generaciones no optan tanto por estas bebidas, de hecho, el consumo total de las que poseen una alta graduación se ha reducido en el último año”.

Aragón, estable en el consumo de agua embotellada

La calidad del agua es un factor determinante para que las personas elijan comprar o beber directamente del grifo. La comunidad aragonesa, a pesar de la tendencia a la alza en España, se mantiene estable y no destaca por su alto consumo. “La calidad quizás no sea la mejor, por su alto contenido en cal, pero en una persona sana no es perjudicial. Además, -apunta Sanz- detrás de estos datos, puede tener una enorme importancia la campaña llevada por el ayuntamiento de Zaragoza para mejorar el agua de la capital”.

Tampoco Aragón se sitúa en posiciones destacadas del consumo de otras bebidas refrescantes de cola o naranja, que a su vez en el conjunto del país presentan un descenso. “Es recomendable optar por bebidas refrescantes sin calorías”, apunta el doctor, que celebra, asimismo, que el consumo de estas en los últimos años esté aumentando de forma notable, dado que la ingesta de calorías en los refrescos no se suele contabilizar.

La cerveza sin alcohol, los zumos y los néctares no son muy del gusto aragonés. Y es que a pesar de la tradición cervecera de la región, la opción ‘sin alcohol’ no cala en la Comunidad, según el citado informe. Lo mismo ocurre con los jugos de frutas. Los campos de frutales hacen que los habitantes elijan comerse la pieza fruta, en vez de transformarla en zumo.

La bebidas calientes, en cambio, sobre todo consumidas fueran del hogar, como el café o el té, escalan posiciones. Los aragoneses han pasado de ser la cuarta comunidad que menos ingería este tipo de productos a ocupar los primeros puestos.

En su conjunto, el informe de este último año desprende datos saludables, que como atestigua el presidente de la comisión de Nutrición del hospital zaragozano, “son síntoma de que las personas cada vez son más conscientes de su salud y se preocupan por ella”.

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