Si la comida y el sexo son dos de los placeres de la vida, ¿por qué no juntarlos?

El 'sploshing' es una práctica sexual que se basa en recibir placer sexual a través de comer alimentos sobre el cuerpo de otra persona.

¿Conoces esta práctica sexual?
¿Conoces esta práctica sexual?
Pixabay

La alimentación y el sexo están directamente relacionadas. De hecho, los expertos aseguran que es importante llevar una dieta saludable y equilibrada para conseguir un nivel correcto de hormonas sexuales. Si para muchas personas la comida y el sexo son dos de los placeres de la vida, ¿por qué no juntarlos?

Si hablamos de sexo y alimentación, hay que hablar de 'sploshing', una práctica sexual que se basa en recibir placer sexual a través de comer alimentos sobre el cuerpo de otra persona.

Tal y como nos explica Oscar Rodrigo, sexólogo de Erotica Enigma, “es una técnica fetichista relacionada con la ingesta de alimentos o bebidas directamente sobre el cuerpo desnudo de otra persona. Este término también es conocido como 'W.A.M' (wet and messy – mojado y sucio-)”.

“El 'sploshing' puede parecer algo sucio y desagradable, pero, realmente, es un juego sexual más del que disfrutar en pareja de una manera diferente. Además, incrementa el estímulo visual, así como sensorial explorando nuevos horizontes del placer gracias al sabor y al olor de los alimentos que se utilizan”, añade Rodrigo.

En el cine lo hemos visto en muchas escenas donde aparecen los actores comiendo fresas con nata, sushi, chocolate… Otra forma diferente y divertida de aumentar la líbido.

Existen alimentos que proporcionan mucha energía y hacen que mejoren las relaciones sexuales. Algunos ejemplos son: ostras, fresas, sandía, jengibre, nueces, salmón…

Según Óscar, “se puede utilizar cualquier tipo de alimento o bebida, pero siempre y cuando no sean productos que pueda irritar la piel o causar algún daño. Por ejemplo, no es recomendable utilizar aceites o productos picantes”.

“Un aspecto importante a destacar es que no se recomienda introducir alimentos en partes íntimas ya que pueden desencadenar algún daño o alguna una posible infección. Siempre hay que realizar esta práctica de forma externa”, concluye Rodrigo.

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