Compromiso con Aragón

La visita a Aragón del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, la primera que realiza un miembro del nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez (PSOE), sirvió para que el presidente Javier Lambán dejase claro que su lealtad hacia el Gobierno de España no le impide sostenerse en un obligado papel reivindicativo. Lambán, que insistió en que la Comunidad ha sido una de las peor tratadas en materia de infraestructuras, señaló que "nos asisten el derecho, la razón y la justicia".

Ábalos, Lambán y el incrédulo presente.
Ábalos, Lambán y el incrédulo presente.
DGA

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, inauguró un importante tramo de 4,5 kilómetros de la autovía A-23 que discurre entre Caldearenas y Lanave. La infraestructura, que ha supuesto una inversión de 46 millones de euros y evita 1,5 kilómetros de curvas del puerto de Monrepós, ejemplifica a la perfección buena parte del cuadro reivindicativo de la Comunidad, abiertamente discriminada en comparación con otras autonomías.

Tras el desplazamiento de la ladera de Monrepós, que dejó parcialmente aislada a una parte de la provincia de Huesca, se pudo descubrir que las demandas aragonesas están plenamente justificadas y que el deterioro, tanto de las vías carreteras como de las ferroviarias, es tan elocuente como alarmante. Por ello, el tono reivindicativo del Gobierno de Aragón debe sostenerse en una reclamación constante hasta que queden compensadas las diferencias que injustamente lastran a la Comunidad.

Se presupone, al menos esa es una máxima siempre defendida en lo político, que la coincidencia compartida en el color del partido entre el Ejecutivo central y el autonómico debería favorecer un entendimiento que acelerase la corrección de los desequilibrios. Se agradece que el ministro Ábalos insistiera en que "con las necesidades de Aragón no se juega", un criterio que es bueno se tenga presente en Moncloa.

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