Un sueño empieza a ser realidad

Empiezan las obras en la estación de Canfranc con la vista puesta en la reapertura de la línea.

Los trabajos de desbroce en la estación de Canfranc comenzaron a finales del mes de mayo.
Los trabajos de desbroce en la estación de Canfranc comenzaron a finales del mes de mayo.
Laura Zamboraín

Canfranc vivió ayer una jornada histórica con la colocación de la primera piedra de las obras de la nueva terminal ferroviaria, el desarrollo de la explanada de los Arañones y la rehabilitación del edificio principal. El sueño de la reapertura de la línea con Francia y la recuperación de su estación empieza a ser una realidad

El control de los pasos logísticos a través del Pirineo es desde hace décadas una batalla fundamental en la articulación de España. En el extremo oeste de la cordillera aspiran ahora a fortalecer el corredor atlántico con un AVE San Sebastián-Hendaya-Burdeos. En el extremo oriental, catalanes y valencianos se han unido para llegar a Montpellier a través del corredor mediterráneo. En medio, Aragón pugna por un túnel bajo el macizo del Vignemale, que haga realidad la vieja aspiración de un corredor central, y por la reapertura de la línea Canfranc-Pau. Este último objetivo empieza a hacerse realidad poco a poco, al menos con la recuperación de todos los edificios de la histórica estación emplazada en la cabecera del valle del río Aragón. Las instituciones de Aragón, su sociedad civil y también organismos franceses están protagonizando un relevante esfuerzo para lograr la reapertura de la línea internacional. Pero el Gobierno español también debe sumarse a este esfuerzo para potenciar los ejes Algeciras-Madrid-Zaragoza- Canfranc y Lisboa-Oporto-Zaragoza-Canfranc.

Los pasos por el Pirineo central se confirman como la buena opción por varias razones: responden al plan europeo de comunicaciones; equilibran la España interior frente a la periférica; mejoran la articulación de los territorios; intensifican las conexiones con Portugal, el Magreb y el centro de Europa; alivian la saturación de los pasos de Hendaya y La Junquera; y, además, son la alternativa centrípeta e integradora a las siempre activas fuerzas centrífugas de Cataluña y el País Vasco.