El nuevo rascacielos de Zaragoza ha iniciado su cuenta atrás. El grupo inmobiliario zaragozano Plaza 14 trabaja desde la semana pasada en el movimiento de tierras del solar sobre el que levantará una torre de pisos de 106 metros de altura, la más alta de Aragón. Sus 285 pisos estarán listos para entrar a vivir a mediados de 2021, para lo que llegarán a trabajar medio millar de operarios y se invertirán 70 millones de euros.

Las máquinas han empezado a desbrozar la parcela, situada frente a la estación de Delicias, y a lo largo del verano se centrarán en excavar un monumental agujero de casi 18 metros de profundidad. Esto supondrá la extracción de unos 100.000 metros cúbicos de tierra, equiparable a la capacidad de más de 8.300 camiones. Una parte se acumulará en la parcela contigua para reutilizarla en la propia obra y el resto se trasladará a Plaza para rellenar una parcela.

El proyecto, firmado por los arquitectos Joaquín y José María Lahuerta y Ferrán Calzada, incluye cinco plantas bajo tierra para albergar 441 plazas de aparcamiento y 292 trasteros. Y toda la construcción descansará sobre una losa de cimentación de casi tres metros de grosor, cuyo hormigonado se alargará entre mes y medio y dos meses tras concluir el movimiento de tierras.

Esta mastodóntica base, unida a los muros pantalla previstos, garantizará la estanqueidad, puesto que las excavadoras traspasarán el freático de la ciudad para llegar al sustrato impermeable, según explica Ferrán Calzada.

Para principios de año se empezará a apreciar la estructura de hormigón de Torre Zaragoza, en la que se emplearán 70.000 metros cúbicos. Para hacerse una idea, el arquitecto detalla que se triplicará con creces la cantidad utilizada en la construcción del puente del Tercer Milenio.

De momento, se han vendido 198 de las 285 viviendas, cuyos propietarios apreciarán más que el hormigón las vistas de la ciudad desde la piscina de la planta 18. Los que tengan vértigo podrán refrescarse a pie de calle en otra, anexa a una tercera reservada para los niños.

Su construcción no solo cambiará la imagen de una de las principales entradas a Zaragoza, sino el ‘skyline’ de la ciudad. La silueta se podrá apreciar desde las afueras y solo le superará la torre de Telefónica, con sus 117 metros. El resto de construcciones residenciales, religiosas y terciarias son más pequeñas, como las torres del Pilar (95,13 metros) y de La Seo (89,50), Aragonia (78), la Torre del Agua (76), la torre de San Pablo (66), Torre Univérsitas (62,80) y el edificio Ebrosa (60,60).

Además, Torre Zaragoza supondrá el primer edificio de viviendas que se construya en los antiguos suelos ferroviarios de Delicias y el Portillo. La sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad ha vendido otros dos, pero su desarrollo aún no tiene fecha.