La cifra de menores migrantes solos que tutela Aragón se ha quintuplicado desde 2015

La DGA reconoce que este crecimiento exponencial genera "tensiones" en la red de protección y toma medidas urgentes.

Fotografía cedida por la ONG alemana Mission Lifeline que muestra a varios inmigrantes rescatados en aguas internacionales del Mediterráneo a bordo del barco holandés Lifeline
Fotografía cedida por la ONG alemana Mission Lifeline que muestra a varios inmigrantes rescatados en aguas internacionales del Mediterráneo a bordo del barco holandés Lifeline

Solo en el Aquarius viajaban 123, pero el goteo de los que llegan a las costas españolas es incesante y va en aumento. Son los menores inmigrantes que entran en el país solos, lo que les hace aún más vulnerables. En 2017 llegaron al país 2.417, un 60% más que el año anterior, y la mayoría, 2.177, vinieron en patera, el mismo medio que en 2016 utilizaron 588 niños y niñas, principalmente desde Marruecos y Argelia. Aragón, pese a no estar en ninguna de las principales rutas que muchos siguen para dirigirse a otros países europeos, no es ajeno a este aumento. Desde que empezó 2016, el número de menores en estas circunstancias acogidos en la Comunidad se ha duplicado cada año y no se descarta un aumento incluso mayor a corto plazo.

Aunque la situación no es en absoluto comparable a la de autonomías como Andalucía, desbordada estos días por las llegadas masivas a sus costas, en Aragón el número de tutelados por la Administración se ha quintuplicado desde finales de 2015. Si entonces eran 13 –en 2014 había 22 y en 2013, 20–, a fin de 2017 sumaban 48. Y a estas alturas de 2018, el Gobierno de Aragón atiende a 69 de 11 países. "El problema es la perspectiva de que este incremento, que ahora es casi del 50% cada seis meses, siga creciendo", alerta María José Bajén, jefa de servicio de Atención a la Infancia y a la Adolescencia.

 

Según los datos del Gobierno central recogidos en el informe ‘Los más solos’, de la organización Save the Children, al acabar 2017 había tutelados en España 6.414 chavales extranjeros, con lo que los que estaban en Aragón representaban apenas el 0,75% –el informe le otorga un 0,67%, al contabilizar 43 niños y niñas en vez de los 48 registrados por la DGA–. En todo caso, esto no supone, aclara Bajén, que la Comunidad no se esté enfrentando a un reto.

"Los datos indican que se trata de un proceso migratorio, no de un fenómeno coyuntural, y eso nos obliga a planificar", explica. Recuerda que hasta 2016 se ha podido ir asumiendo el flujo con los recursos normalizados del sistema de protección, pero "los incrementos actuales lo han puesto en tensión". Pese a que en términos absolutos estas incorporaciones han sido muy inferiores a las de otras comunidades, hay que tener en cuenta que la red aragonesa está dimensionada para atender a unos 300 menores, con lo que los extranjeros ocupan casi una de cada cuatro plazas.

Primer centro específico

Esta situación ha llevado a la DGA a plantear la puesta en marcha de "un recurso específico" para poder darles el tratamiento individualizado que requieren los chavales tutelados y que este se adapte a las necesidades de los migrantes. "En abril se valoró que hacía falta abrirlo de forma urgente", señala la jefa de servicio, que espera que este centro propio, ubicado en Zaragoza y que tendrá 12 plazas –previsiblemente las ocuparán mayores de 16 años– pueda funcionar a finales del verano. Será una experiencia piloto de un año y luego se valorará el resultado.

Aragón, al igual que otras comunidades, lleva tiempo reclamando al Gobierno central que se implique en este asunto, como hace con los inmigrantes y solicitantes de asilo mayores de edad, cuya acogida sufraga el Ministerio. Bajén insiste en que los casos de los adolescentes solos "debe entenderse como parte de las políticas migratorias y no solo desde el ámbito de la protección de menores", que es competencia autonómica. Tras múltiples peticiones de "corresponsabilidad y cofinanciación" al Estado, la DGA confía en que el nuevo Ejecutivo de Sánchez atienda sus demandas.

La mayoría de los que llegan a Aragón son chicos a partir de 15 o 16 años, "pero también los hay más jóvenes que van con otros más mayores". Y hay algún caso reciente de acogidos como mayores de edad que han sido remitidos a la DGA tras demostrar las pruebas radiológicas que eran menores. Con los más jóvenes se intenta contactar con su entorno y varias veces han conseguido localizar a parientes en España. Los tutelados que cumplen los 18 se quedan legales mientras siguen en el programa de transición a la vida independiente y después deben lograr un permiso de trabajo o residencia más prolongado.

Por su origen, desde 2016 se mantiene una constante: la mitad proceden de Marruecos. Les siguen los de Ghana y Mali, y comparten el cuarto lugar Guinea Conakry y Argelia. En 2017 llegaron dos niñas, tras dos años sin presencia femenina. Ahora hay tres.

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