El peso aragonés en el ejecutivo de Sánchez aumenta respecto a la etapa de Rajoy

La Comunidad cuenta con ocho altos cargos, una cifra que solo se superó con Rodríguez Zapatero de 2008 a 2011.

Javier Lambán y Pedro Sánchez
Javier Lambán y Pedro Sánchez
Efe

No hay garantías de que un ministro o alto cargo de la Administración General del Estado tenga capacidad para compensar a la Comunidad de la que procede, pero sí es cierto que, al menos, conoce mejor cuáles son sus problemas y las soluciones. Aragón gana peso en el Ejecutivo diseñado por Pedro Sánchez en el que, aunque no hay ningún ministro que proceda de la región, ocho altos cargos tienen vinculación con ella, una cifra superior a las dos legislaturas presididas por el popular Mariano Rajoy y cercana a los diez mandatarios con los que contó el socialista José Luis Rodríguez Zapatero de 2008 a 2011. El único problema al que se enfrentarán es el tiempo, pues la legislatura se agotará, como muy tarde, en 2020.

Dos de los altos cargos aragoneses están asignados al Ministerio de Asuntos Exteriores, el secretario de Estado, Fernando Valenzuela, y el director del gabinete, Camilo Villarino; una a Justicia, la subsecretaria Cristina Latorre; y otro a Educación, el subsecretario Fernando Gurrea. Los restantes, de un nivel inferior, trabajarán en áreas económicas y laborales: Jesús Gascón será director general de la Agencia Tributaria; Francisco Javier Albiar, de la Tesorería General de la Seguridad Social; José Antonio Marco, presidente del Tribunal Económico-Administrativo central, y María Soledad Serrano, directora del gabinete técnico del subsecretario de Trabajo.

Solo cinco aragoneses han llegado a ser ministros en la etapa democrática, Jaime García Añoveros (UCD, Hacienda), Sebastián Martín-Retortillo (UCD, Adjunto al presidente), Luis Manuel Cosculluela (Administración Territorial), Juan Alberto Belloch (PSOE, Justicia e Interior) y Román Escolano (Economía). Pero es Luisa Fernanda Rudi la que ha ocupado el cargo más relevante, la Presidencia del Congreso de los Diputados, de 2000 a 2004, en el Gobierno de José María Aznar.

Sí fue importante la presencia aragonesa en la VIII y la IX legislatura, las dos presididas por Rodríguez Zapatero, que contó, respectivamente, con siete y diez altos cargos de la Comunidad al frente de la Administración General del Estado, y en las áreas de mayor relevancia. Víctor Morlán, Carlos Ocaña, Fernando Gurrea y Mercedes Gallizo ejecutaron la política del Gobierno en materias sensibles como Infraestructuras, Economía, Educación e Instituciones Penitenciarias durante más de siete años. También ocuparon puestos clave Miguel Barroso, secretario de Estado de Comunicación; Francisco Javier Aibar, director general de la Tesorería General de la Seguridad Social; Eva Almunia en Educación; Teresa Santero en Industria; Alain Cuenca en Economía; Felipe Pétriz en Universidad; Javier Valles, como director de la Oficina Económica del Presidente y Cristina Latorre, que asumió la secretaría general de la Presidencia del Gobierno. Tres de ellos, Fernando Gurrea, Cristina Latorre y Francisco Javier Aibar, repiten ahora como altos cargos en el Ejecutivo de Sánchez.

La llegada de Mariano Rajoy al Gobierno, en 2011, supuso un drástico descenso de la presencia aragonesa en Madrid. Solo Mario Garcés, como subsecretario de Fomento y con Eloísa Contín como jefa de gabinete, y Jesús Gracia, secretario de Estado para Iberoamérica, se integraron en la cúpula de la Administración.

En la XI legislatura que empezó con el PP al frente del Gobierno, y que se ha visto interrumpida al prosperar la moción de censura planteada por Pedro Sánchez, aumentaron los altos cargos de la Comunidad y también la relevancia de las áreas asignadas, con el nombramiento de Román Escolano como ministro de Economía en marzo de este año; Roberto Bermúdez de Castro al frente de la secretaría de Estado de Administraciones Territoriales, con Eloísa Contín como jefa de gabinete; Mario Garcés en Servicios Sociales; Eva Valle como directora de la Oficina Económica del Presidente y Camilo Villario de jefe de gabinete de Asuntos Exteriores del exministro Alfonso Dastis, que se mantiene con Josep Borrell.

Respeto y un trato igual

Óscar Galeano, diputado del PSOE por Zaragoza en el Congreso, consideró que "lo importante es que se traslade un mensaje de respeto y de trato igual a todas las comunidades". Apuntó, a modo de ejemplo, que incluso hay ministros "externos" al partido y que es preferible que el Gobierno "hable con las comunidades sobre las prioridades para orientar la acción del Gobierno en Madrid". "Sánchez no ha diseñado su Ejecutivo siguiendo cuotas territoriales", resaltó.

También el presidente aragonés Javier Lambán consideró, cuando se produjeron los nombramientos, que "no debería medirse un Gobierno por si hay más gallegos o menos aragoneses". "Yo no atendí a criterios de esa naturaleza, sino a la idoneidad y la capacidad. Sánchez lo ha hecho a la perfección", subrayó. De hecho, el presidente del Gobierno sí tuvo en cuenta la opinión de Lambán y de las federaciones socialistas aragonesas en la designación de Carmen Sánchez como delegada del Gobierno, algo que no ocurrió en comunidades como Andalucía y Castilla La Mancha, donde se asignaron los cargos a Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y a Manuel González, militantes sanchistas que han plantado cara a Susana Díaz y a Emiliano García-Page en sus territorios.


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