Aragón pierde clase media, mientras el resto de la sociedad se polariza al alza y a la baja

Las personas más pudientes han visto aumentados sus ingresos en un 7,4%, mientras que los más vulnerables tienen menos recursos que en 2007.

Inaugurado el Mercado Centrral Provisional
Inaugurado el Mercado Centrral Provisional
José Miguel Marco

La crisis ha provocado la polarización de las economías familiares en Aragón: crecen los hogares con rentas más elevadas y reducidas; mientras que desciende la clase media. Así se desprende de un estudio elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas, que analiza los efectos que ha tenido la crisis en la economía de las familias de cada comunidad autónoma. "Desde comienzos de los años 70 hasta la crisis reciente hubo un proceso gradual de ganancia de peso de la clase media. Esto se debió a un aumento del nivel educativo, la modernización económica e institucional y la incorporación de la mujer al mercado laboral, entre otras cuestiones", explica Jorge Torres, profesor del departamento de Contabilidad y Finanzas de la Universidad de Zaragoza. Esta tendencia, se detuvo bruscamente en la crisis. Aproximadamente, uno de cada seis hogares caracterizados como clase media pasó al grupo de renta baja. "Una vez iniciada la recuperación económica no se advierten grandes cambios en este patrón, debido a la alta temporalidad y parcialidad del empleo", puntualiza Torres.

En la comunidad aragonesa, el segmento de población con menos recursos económicos ha pasado de suponer el 22,8% del total de los residentes (en 2007) al 28,3% (en 2016); lo que supone un incremento del 24,2% en este grupo. "La crisis ha generado un descenso social para determinadas familias, generalmente, personas con empleos no cualificados que han sido expulsadas del mercado por el cierre de sus empresas. A ello hay que añadir a un sector de pensionistas y jubilados con pensiones mínimas o con obligaciones surgidas por la pérdida de trabajo de sus hijos, familias desestructuradas con cargas familiares etc.", recuerda Carlos Gómez, catedrático en Sociología de la Universidad de Zaragoza. No obstante, hay que destacar que, a pesar de este aumento, se percibe una tendencia a la mejoría en los últimos años; puesto que en 2013, la clase baja suponía el 32,3% del total.

Esta tendencia al alza también se percibe en el segmento de población con mayores recursos económicos. "Hay sectores minoritarios a los que la crisis les ha proporcionado una oportunidad para incrementar sus niveles de renta y con ello, su posición social. Se trata de personas que han sabido aprovechar el momento, que disponían de liquidez al comienzo de la crisis, y han podido aumentar su patrimonio aprovechando las oportunidades que el mercado ha ofrecido en estos años", especifica Gómez.

En 2007, este grupo suponía el 11,4% del total y casi una década después, asciende al 13,8%, un incremento similar al registrado entre los más vulnerables. La diferencia con este colectivo se encuentra en que en los años más duros de la crisis económica (2013), el volumen de personas con más recursos se redujo de manera importante, por debajo del 10%. De este modo, Aragón es junto a Comunidad Valenciana (y en menor medida, País Vasco y La Rioja) la única comunidad en la que se observa una mayor polarización “aumentando tanto el grupo de ricos como el de pobres”. Por el contrario, el resto de autonomías siguen un patrón común: un desplazamiento sustancial de la población desde los grupos con mayores rentas hacia los menos favorecidos.

La clase media-baja de Aragón es la que ha percibido un menor cambio en los últimos nueve años: del 32,3 al 31% de los residentes en la Comunidad. Por el contrario, la media sí que ha sufrido modificaciones importantes: del 33,5 al 26,9%. Con estos datos se demuestra la polarización de la sociedad aragonesa. Antes del inicio de la crisis económica, las clases intermedias suponían casi el 66% de los residentes de la ciudad; mientras que en estos momentos están cerca del 58%. Al mismo tiempo, el volumen de población con más y menos recursos económicos se ha disparado un 20%. Esto supone un verdadero problema puesto que, según recuerda Torres, en Aragón (y España), la clase media es la que hace crecer económicamente a una Comunidad, la que permite que la población con menos recursos prospere y la que, a su vez, sirve para que las capas medias puedan acercarse a las más altas".

Para poder valorar estos cambios es necesario tener en cuenta qué conceptúa este estudio como clase alta o baja. El informe divide las rentas de España y cada una de las comunidades autónomas en cuatro grupos: clase baja, media-baja, media y media-alta. Por lo que las grandes fortunas no contaría con un apartado diferenciado. El grupo más pobre está compuesto por personas que perciben unos ingresos por unidad de consumo (se obtienen, para cada hogar, dividiendo los ingresos totales de la familia entre el número de unidades de consumo, es decir, personas) inferiores a 8.712 euros anuales. Entre esta cifra y los 13.170 euros se encuentra la clase media-baja. La clase media se sitúa entre los 13.170 y los 20.011; mientras que cualquier ingreso superior a 20.000 euros se considera clase media-alta.

"Esto demuestra que la desigualdad social se está incrementando en Aragón. Cada vez hay más diferencias entre los que más tienen y los que menos; mientras que las personas que integran las clases medias se van diluyendo, generalmente, pasando a engrosar el grupo de los más vulnerables", explica Sonia García, secretaria de Acción Sindical y Política Sectorial de CC. OO. Aragón. Al mismo tiempo, recuerda que la pérdida de poder adquisitivo de las familias no se esta recuperando al mismo nivel que la economía. "Las  mujeres, los desempleados de larga duración y los jóvenes son los que parten una situación de mayor desventaja", puntualiza.

Menos empleo

A pesar de la polarización existente en Aragón, es la comunidad que registra un mayor incremento de la renta media por unidad de consumo. La población con mayores ingresos es la que más ha percibido este auge, pasando de percibir una media de 24.757 euros anuales a que se alcancen los 26.587 (un 7,4% más). Posteriormente, la renta de la clase media ha aumenta un 3,7% (hasta alcanzar los 16.129 euros anuales) y la de la clase media-baja ha crecido un 2,8% (10.933). El único segmento de población que ha visto disminuir sus ingresos es el que tiene menos recursos económicos. Han perdido un 1,4% de su poder adquisitivo, situándose por debajo de los 6.200 euros anuales.

"Estos datos muestran que aquellas personas que se encontraban en una peor situación económica son las que han visto reducidos sus ingresos y, además, ha aumentado en número de afectados. Hay más pobres y con menos ingresos", puntualiza García. Para conseguir revertir esta situación y evitar mayores desigualdades, aboga por el incremento de las rentas salariales, la creación de empleo de calidad y la implantación de políticas públicas que reviertan en una sociedad más cohesionada, con igualdad de derechos y oportunidades para todos.

A pesar de que la situación de Aragón es mejor que la de la mayoría de las comunidades autónomas, este informe pone en relieve los problemas existentes para encontrar un empleo y que éste sea de calidad. Según se puede comprobar, el volumen de trabajadores (tanto indefinidos como temporales) ha descendido en Aragón. Por un lado, los empleados con un contrato indefinido han pasado de suponer el 64,30% al 57,92% de la población y, por el otro, los trabajadores temporales han descendido del 30,4 al 27,33%.

De este modo, la comunidad aragonesa tiene un incremento de parados. En 2016, un 3,24% de la población llevaba en el paro menos de 3 meses, mientras que un 1,37% habían estado entre tres y seis. En situaciones más preocupantes se encuentran aquellos que llevan hasta un año sin encontrar un trabajo (el 1,71%), los que están desempleados de uno a dos años (2,21%) y los que llevan en esta situación más de dos años (5,70%).

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