Atades, Azajer y Casa San Lorenzo, premios Aragón Solidario de HERALDO

Atades, por su programa de vida autónoma que enseña a personas con discapacidad intelectual a desenvolverse en un piso compartido y ser independientes; Azajer (Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación), por su proyecto para concienciar a padres e hijos de los peligros de las tecnoadicciones y la Casa Familiar San Lorenzo de Huesca, que acoge a residentes con diferentes tipos de dependencias y es un centro de referencia para usuarios con sida.

Estas iniciativas han sido este año las merecedoras de los premios Aragón Solidario, que concede HERALDO DE ARAGÓN, con el patrocinio de la Obra Social de Ibercaja. Los galardones de esta cita, que alcanza su sexta edición, se entregarán el próximo 28 de junio en el Patio de la Infanta de Ibercaja . Durante este acto se rendirá también un reconocimiento a cada una de las 80 entidades sociales sin ánimo de lucro que han presentado sus propuestas. El denominador común de todas ellas es lucha diaria para que la sociedad aragonesa sea más justa y más inclusiva y se reduzca lo máximo posible el número de ciudadanos en riesgo de exclusión.

Los 6.000 euros que recibirá cada uno de los proyectos seleccionados contribuirán a facilitar un poco su importante labor, que entre las tres llega a lo largo de un año a unas 1.200 personas con dificultades de todo tipo.

El plan Vida Autónoma e Inclusión de Atades abarca mucho más que los cuatro pisos con los que cuenta. Como explica su responsable, José Ramón Roldán, comprende también formación para enseñar hábitos higiénicos y de limpieza, el manejo del dinero o cómo cocinar en el microondas. La tercera de sus patas es el Servicio de Atención y Promoción de la Autonomía Personal que se presta en los domicilios particulares. Se llega así a unos 200 usuarios.

Azajer tiene una larga trayectoria en el tratamiento de la ludopatía. Ahora, la asociación da un paso para alertar del riesgo de las tecnoadicciones a partir de los 12 años. Ya están atendiendo algún trastorno de este tipo. Su reto es llegar a través de charlas informativas en colegios a cerca de un millar de ciudadanos entre alumnos desde los 12 a los 20 años, padres y profesores, además de personal sociosanitario.

La Casa Familiar San Lorenzo de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca hace honor a su nombre y los que ocupan sus 82 plazas encuentran aquí su hogar. Uno de sus retos es la captación y formación de voluntarios, entre los que cuenta con un grupo de animación que acerca la risa y el buen humor a los residentes.

El jurado de los premios lo han compuesto José Andrés Nalda, director de medios de HENNEO; Nuria Casas, periodista de HERALDO; José Carlos Sánchez, director de la Obra Social de Ibercaja; y Miriam Cuartero, de Programas y Actividades de esta entidad.

Atades aumenta a cinco sus pisos

El proyecto Vida Autónoma e Inclusión de Atades inició su andadura en 2015 y este año espera abrir su quinta vivienda de alquiler para que personas con discapacidad intelectual puedan disfrutar de su día a día y de una forma de convivencia de manera independiente. Los pisos son para dos inquilinos o un máximo de tres. Todos sus ocupantes superan una formación y cumplen una serie de requisitos, como disponer de ingresos para pagar los costes del piso, siempre de una forma adecuada a su poder adquisitivo. Cada uno cuenta con un plan individual de atención y un equipo multidisciplinar que hace su seguimiento.

Azajer y las tecnoadicciones en escolares

Azajer se adentra en el trastorno de las tecnoadicciones y de cómo niños de 12 años se enganchan a juegos en móviles y tablets. Su labor preventiva la venía centrando en alumnos de ESO y Bachillerato y ahora pone el foco de atención también en los de 5º y 6º de primaria. "Se trata de concienciar de las consecuencias de los juegos patológicos y de que los padres "se percaten de la realidad social que viven sus hijos", explica la trabajadora social Mónica Sardaña. A los docentes y profesionales sociosanitarios se les dotará de "herramientas básicas para poder detectar posibles casos".

Casa San Lorenzo y su propio aceite de oliva

El próximo septiembre, la Casa Familiar San Lorenzo de Huesca celebra el décimo aniversario de su apertura en la calle de Calatayud. Con las nuevas instalaciones pasó de 48 a 82 plazas y conservó su nombre original. Sus orígenes se remontan a hace 42 años, cuando los Hermanos de la Cruz Blanca desembarcaron en la capital oscense. Está atendida por un equipo de 40 profesionales y cuenta con un grupo de voluntarios que quiere incrementar. Acaricia nuevos proyectos. Entre ellos está cultivar la donación de un campo de olivos e involucrar a todos sus residentes en elaborar su propio aceite de oliva.