El PP-Aragón pacta su neutralidad hasta que solo queden dos candidatos finalistas a suceder a Rajoy

La dirección no se decantará en público por ninguno de los 7 aspirantes hasta la primera vuelta, el 5 de julio.

Luis María Beamonte –en el centro–, en la inauguración de la escuela de verano del PP en Tarazona.
Luis María Beamonte –en el centro–, en la inauguración de la escuela de verano del PP en Tarazona.
HA

El comité de dirección del PP-Aragón acordó ayer mantener públicamente su neutralidad hasta que los militantes elijan el próximo 5 de julio a los dos candidatos con posibilidades de suceder a Mariano Rajoy al frente del partido. Una vez se resuelva esta primera vuelta con el voto directo de los afiliados, el partido deberá decidir si está en condiciones de acudir unido al congreso nacional que resolverá el liderazgo 17 días después.

La decisión fue consensuada entre la veintena de integrantes de la cúpula regional, que se reunieron en Tarazona antes de participar en la apertura de la escuela de verano del partido. Tan solo fallaron cuatro personas, todos tomaron la palabra para fijar posición y se avinieron a no decantarse ni en los medios de comunicación ni en las redes sociales por alguno de los siete aspirantes a liderar la formación hasta que voten los 19.796 militantes de Aragón.

Aunque no todos comparten sus preferencias por los mismos precandidatos, están decididos a "no tensionar" el partido en la Comunidad y "preservar" la unidad como uno de los valores de la estructura autonómica. Eso no quiere decir que los dirigentes populares vayan a estar quietos, dado que podrán moverse en función de sus preferencias, como ya han hecho a la hora de recabar los avales. Nadie quiso aclarar cuántos se han recogido en Aragón y para qué candidatos. "La cuestión clave es que no salga nadie diciendo por las redes sociales o en los medios de comunicación que está con uno o con otro", insistieron varios de los asistentes.

Esta "relativa neutralidad" afecta únicamente a los 22 miembros del comité de dirección, encabezado por el presidente regional, Luisa María Beamonte, la secretaria general, Mar Vaquero, y los vicepresidentes provinciales, Javier Campoy, José Antonio Lagüéns y Joaquín Juste.

Aunque el núcleo duro en torno a Beamonte no ha ocultado su apuesta por María Dolores de Cospedal, también hay destacados populares aragoneses que respaldan a los otros dos aspirantes con mayores posibilidades de ponerse al frente, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado. Ayer mismo reafirmó su adhesión a la exvicepresidenta uno de sus estrechos colaboradores, Roberto Bermúdez de Castro, quien ejerció como secretario de Estado de Administraciones Territoriales. Mientras, el vicesecretario general de Comunicación cuenta con el apoyo del edil zaragozano Pedro Navarro, al que le une larga amistad, y del ex secretario de Estado de Servicios Sociales Mario Garcés.

Luis María Beamonte ya hizo gala ayer ante los periodistas de la pactada neutralidad al subrayar que no se iba a posicionar sobre quién debe liderar el PP hasta que no lo hicieran los afiliados. "Me parece que está fuera de lugar hacer un pronunciamiento personal sin que los militantes se hayan llegado a manifestar", dijo.

El líder autonómico también se refirió al anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de postergar la reforma del sistema de financiación autonómica hasta la próxima legislatura, que tildó de "error" antes de apuntar que se debería "avanzar" en la reforma para "cerrar de una vez el modelo de organización territorial y, por tanto, el de financiación".

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