Las dudas sobre el banco de libros y el retraso de las becas marcan el fin de curso

Cerca de 110.000 alumnos aragonesas de infantil y primaria se despidieron este miércoles de las aulas y comienzan unas vacaciones que se prolongarán durante 81 días. El viernes será el turno de 48.000 estudiantes de ESO, 14.500 de bachillerato y 2.500 de Formación Profesional básica. Este fin de curso llega marcado por las dudas que suscita el sistema de préstamo de libros que ha empezado a implantar el Gobierno aragonés y del que no se ha dado a conocer el modelo definitivo. Además, el retraso en la convocatoria para pedir las becas de comedor y material escolar, que se pueden solicitar desde hoy y hasta el 4 de julio, suscita críticas por los perjuicios que causa a familias que en julio ya no pueden ser asesoradas por el profesorado técnico de servicios a la comunidad para rellenar los formularios.

Todavía es pronto para valorar la respuesta al llamamiento realizado hace unos días por Educación para que las familias becadas cedieran voluntariamente los libros a final de este curso, algo que será obligatorio el año que viene. Los volúmenes están siendo recogidos por los tutores de cada curso estos días y la entrega se prolongará hasta la semana próxima cuando los padres vayan a recoger las notas.

Cesión de libros de texto

En aquellos centros en los que funciona un banco de libros, en la Comunidad hay más de un centenar en las escuelas públicas, ellos serán los que gestionarán estos lotes. En el resto de establecimientos educativos, el material se guardará en depósito. Directores de varios colegios y docentes han mostrado su malestar por la falta de concreción de las directrices de Educación sobre este tema y por tener que llevar a cabo una tarea que no les corresponde.

"Más o menos un 35% de las familias del centro han cedido los libros. Es el mismo porcentaje que venía haciéndolo ya habitualmente para el servicio de préstamo que funcionaba en el colegio", explica Pedro Aguilera, uno de los miembros de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (Ampa) del colegio Puerta de Sancho de Zaragoza. Los progenitores se han lanzado en este final de curso a poner en marcha un banco de libros. Hasta ahora venía funcionando un préstamo del que se encargaba el propio equipo docente. Así, cada niño, desde 3º a 6º de primaria, recibía gratuitamente los libros de idiomas (inglés y francés) y un tercero de otra materia, lo que suponía un ahorro para las familias.

Ahora, el equipo directivo ha dejado esta prestación en manos de la Ampa, que ha recibido los fondos del centro y las nuevas donaciones. Una tercera parte de los progenitores se han mostrado interesados en participar y la Ampa calcula que va a tener que hacer un desembolso inicial de 5.500 euros para adquirir lo que falte. Cada lote de libros, de segunda mano la mayoría, costará 55 euros (un dinero con el que recuperarán la inversión inicial), frente a los 178 euros de media que podían valer en la librería con descuento incluido. A esta cuota hay que sumar el material escolar (de 22 a 37 euros más) y el diccionario (de 21 a 24).

La incógnita es el futuro que espera a este incipiente banco de libros una vez que se ponga en marcha el programa autonómico. "No sabemos cómo la DGA va a aprovechar el tejido de los bancos que ya existen. Pero lo que no podíamos permitir es que los padres tuvieron que hacer este año un gasto exagerado. Si hay que seguir utilizándolos, hay que apostar por la reutilización y el reciclaje", concluye Laura Millán, otra de las responsables de la Ampa.