Hace una década empezaron a asomar en las tiendas especializadas y bares nuevas marcas cerveceras elaboradas en pequeñas fábricas de toda España. Primero fueron un puñado, pero al poco tiempo la tendencia se convirtió en un fenómeno imparable que ha hecho que se dispare la producción de las 'crafts' en todo el país. El año pasado, el incremento de la producción fue del 36%, según los datos ofrecidos por el Observatorio Sectorial DBK de Informa.

El informe cifra en 170.000 los hectolitros embotellados el año pasado, con un valor total de 47 millones de euros, por las 511 empresas registradas. De ese medio millar largo, hasta 21 tienen su sede en Aragón. "Aunque la cifra probablemente sea mayor, ya que hay muchos productores que no están registrados oficialmente y su cerveza se limita a una tirada pequeña para sí mismo o para su entorno", explica Joaquín Barriga, distribuidor zaragozano y propietario de uno de los principales locales especializados de la ciudad, 'El rey de la cerveza', en Las Delicias.

Si bien el observatorio prevé un mantenimiento de la tendencia de producción a corto y medio plazo, Barriga considera que, en cierto modo, ya se ha tocado techo: "En los últimos ocho años, la aparición de marcas ha sido casi excesiva. Eso se ha acabado. El mercado, en cierto modo, está saturado, y ya estamos viendo algunos cierres. Eso no significa que vaya a desaparecer, sino que el modelo quizá cambie, porque tal vez no hay demanda suficiente para tanta oferta".

En ese sentido, señala hacia uno de los objetivos que afrontan muchos de los productores, la exportación. "Sale mucho más caro vender unas pocas cajas en los pueblos de al lado que exportar palés a otros países con más cultura cervecera, como la República Checa o Reino Unido, o a países asiáticos como China o Taiwán".

Nómadas y barricas

Las marcas comienzan su actividad fabricando una cerveza de las más habituales (de tipo ale, ipa o lager) y después se lanzan a probar nuevos ingredientes, sabores, graduaciones... Las firmas comerciales acaban sacando al mercado varias distintas, con diferentes nombres y embotellados diferenciados.

Dentro de la búsqueda de nuevos aromas y embocaduras, hay una tendencia que está ganando peso y que se impondrá a corto plazo. "Lo que viene es la permanencia de la cerveza en barricas que hayan guardado anteriormente vino o whisky”, apunta Barriga.

Una de las figuras que más peso está ganando en el sector es la del productor nómada. Así se llama a aquellos que no disponen de una planta propia, sino que alquilan el espacio, la maquinaria y, a veces, la mano de obra, a una segunda marca con mayor capacidad económica. De este modo se ahorran costes y, sobre todo, papeleo y trámites relacionados con la seguridad alimentaria.

Cataluña tira del carro

Las 511 empresas registradas en abril de este año suman 34 más que un año atrás. Por zonas geográficas, Cataluña concentra el mayor número de cerveceras artesanales, con el 20% del total, seguida de Andalucía con el 16%, Castilla y León (10%) y la Comunidad Valenciana (9%).

Algunas empresas cuentan con importantes planes de crecimiento tras haber realizado inversiones para el aumento de su capacidad productiva. Otra tendencia que ya se deja ver es la apertura de tabernas con una amplia carta de cervezas artesanales en grifo o en botella.