El centro de acogida para inmigrantes que acaba de estrenar Cruz Roja en Zaragoza ya está lleno

El servicio, destinado a hombres recién llegados de África, funciona a pleno rendimiento, con continuas entradas y salidas.

El centro de acogida para inmigrantes que acaba de estrenar Cruz Roja ya está lleno
El centro de acogida para inmigrantes que acaba de estrenar Cruz Roja ya está lleno
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Apenas unos días bastaron para llenar el nuevo centro de acogida humanitaria de inmigrantes que gestiona Cruz Roja en Zaragoza, el más grande de Aragón. De las 30 plazas disponibles, las primeras 18 se ocuparon el pasado 23 de mayo y las otras 12 también se cubrieron en los días siguientes, con lo que las instalaciones, ubicadas en la antigua casa de acogida San José, funcionan ya a pleno rendimiento.

Están pensadas para atender a personas procedentes de Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y de Centros de Estancia Temporal de Inmigrantes (CITE), si bien Julián Martínez, responsable de Intervención de Cruz Roja en la provincia de Zaragoza, señala que algunos no llegan a pisarlos. "Depende mucho del flujo de llegadas", comenta, y en este sentido explica que los 18 subsaharianos que estrenaron el centro fueron trasladados después de pasar su primera noche en España en la comisaría de San Fernando (Cádiz). Al día siguiente, emprendieron viaje hasta Zaragoza. Tal es la saturación de los calabozos policiales en toda la zona de la Bahía de Cádiz, que en las últimas semanas decenas de recién llegados en patera han sido puestos en libertad sin facilitarles alojamiento ni asistencia social, según han denunciado diversas entidades que trabajan con este colectivo.

Los 12 inmigrantes que completaron por primera vez el centro zaragozano llegaron desde la comisaría de Málaga, y tres más lo hicieron después desde Motril (Granada). "Lo deseable sería que pasaran 15 días en centros de ‘segunda línea’, los que no están más próximos a las playas, y que después del triaje se distribuyeran por distintos puntos de España", señala Julián Martínez.

No obstante, este protocolo resulta difícil de cumplir cuando, como está ocurriendo en los últimos meses, se registra un flujo de llegadas "tan brutal". "En un fin de semana –añade– están llegando 600 personas a las costas", una cifra similar a la que transporta el ‘Aquarius’. En este sentido, asegura que "el Ministerio se está dando cuenta del ‘overbooking’ y de que hay que tomar medidas".

Pero no todos los que llegan a los centros se quedan los tres meses de plazo máximo permitido –hasta seis en casos de especial vulnerabilidad–. A este respecto, Martínez constata la alta rotación en el centro zaragozano. "Es normal que haya salidas, pero preveíamos que el flujo iba a ser menor y no tan rápido", afirma. Se marchan "conforme van estableciendo contacto con sus redes de familiares o conocidos" y los hay que han partido hacia Bilbao, Almería, Sevilla o Barcelona.

Actualización diaria de plazas

El viernes, por ejemplo, quedaron seis vacantes, aunque se cubren con gran rapidez con otros inmigrantes recién llegados, que son distribuidos por el hasta ahora Ministerio de Empleo y Seguridad Social, transformado por Pedro Sánchez en la cartera de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. "Podrían ocuparlas personas del ‘Aquarius’ u otras que lleguen en patera", señala Martínez, que recuerda que aún no tienen la resolución de la subvención para mantener el centro, lo que les obliga a adelantar el dinero.

Tanto ellos como el resto de organizaciones de acogida trabajan con un cuadro de ocupación diario que se actualiza a las 10.00 para que el Ministerio tenga los datos de plazas libres. Los que se van por iniciativa propia salen con el mismo estatus que los que agotan los tres meses de permanencia en uno de estos centros de acogida humanitaria: se quedan en situación irregular.

Durante su estancia, las entidades se encargan primero de cubrir sus necesidades básicas, porque "vienen con lo puesto", después se centran en el idioma y la orientación en materia de legislación básica migratoria, y posteriormente se trabaja en el ámbito ocupacional y el conocimiento del entorno. El centro de Cruz Roja está destinado exclusivamente a hombres y sus primeros usuarios proceden de países como Gambia, Senegal, Costa de Marfil, Guinea, Camerún o Sierra Leona.

Aunque el objetivo de la entidad, que hasta ahora no prestaba este servicio de acogida humanitaria en Zaragoza, es "estabilizar el trabajo que acaba que empezar en este centro y definir bien los procesos", la oficina central de Madrid ya les ha pedido ampliar plazas, "no por el ‘Aquarius’ sino por la cantidad de gente que está llegando a las costas", aclara Martínez. "Lo estamos valorando, pero no es fácil encontrar un sitio que reúna las condiciones", advierte.

Las cifras hablan por sí solas: si en 2013 Cruz Roja atendió a 4.472 inmigrantes, al año siguiente fueron 6.876. En 2015, el número se estabilizó, con 6.778, pero en 2016 se disparó hasta los 10.339, y en estos primeros meses de 2018 la tendencia es claramente ascendente.

Según los últimos datos facilitados por la DGA, en 2017 fueron acogidas en Aragón a través de este programa 392 personas, y del 1 de enero al 1 de junio, otras 158, entre las que hay 152 hombres, 2 mujeres y 4 menores de edad.

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