Un pacto por la justicia

Manuel Bellido, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA).
Manuel Bellido, presidente del TSJA
Raquel Labodia

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), Manuel Bellido, hizo ayer un canto a la necesidad de que se firme "un pacto de Estado por la justicia" para afrontar algo tan necesario como la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y se decida si seguirán instruyendo los jueces o bien lo asumirán los fiscales. Venir esta propuesta de un gran pacto de manos de un magistrado en su comparecencia en las Cortes de Aragón para presentar la memoria judicial es un símbolo para los políticos, que no se ponen de acuerdo ni para respetar su turno de palabra. "Hace falta la flexibilidad de la justicia", propuso, con el fin de que "la oficina judicial" pueda actuar traspasando funcionarios de un juzgado a otro y afrontar las necesidades judiciales, como ha sucedido con la avalancha de los casos de cláusulas suelo.

En este discurso, respondiendo a las preguntas de los parlamentarios de las Cortes de Aragón, Bellido no fue crítico con la gestión del Ejecutivo autonómico, pero sí le advirtió de la necesidad de que "se replantee" la asistencia técnica para los funcionarios y jueces con su formación, con la modernización del expediente electrónico y con la necesidad de atender al usuario. Todos los cambios tecnológicos para una materia tan histórica como la justicia necesitan un tiempo de "convivencia entre el papel y el ordenador", propuso el presidente del TSJA, con el fin última de la modernización.

Para que los ciudadanos y los operadores jurídicos ayuden a desatascar algunos juzgados, el magistrado abogó por impulsar la mediación en las partes y conseguir que ese cambio de la mentalidad se pueda aplicar entre las partes como ocurre en la jurisprudencia laboral utilizando el SAMA (Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje). Esta fórmula de pacto en Aragón es el origen de su propio Derecho Foral en el principio ‘standum est chartae’ (hay que estar a lo pactado), y también ha ayudado con la puesta en marcha de la custodia compartida de las separaciones, pero los políticos pueden aplicarse este método con la justicia.