Tareas del hogar

Solo el 3,1% declaró que era su padre el que atendía las labores del domésticas.
Reparto en las tareas del hogar

En el maremágnum político de estos últimos días, ha pasado prácticamente inadvertida una noticia que, en circunstancias normales, se hubiera hecho hueco en la prensa nacional: "Los niños aragoneses tendrán que ayudar en las tareas de la casa por ley". Sí, han leído bien. Hay quien en su enfermiza obsesión por regularlo todo, por prohibir o multar, y por disfrazarse bajo falsas etiquetas de igualdad, se acaba de inventar una ley que apunta a incumplimiento de otras de rango superior, como son las que protegen la intimidad de las personas y del domicilio. ¿Quién va a controlar que los niños hagan las tareas del hogar? ¿Quién va a vigilar a sus padres para que se lo exijan a sus hijos? ¿Crearemos una policía de escaleras o de patio de vecinos? El espíritu de la norma es irreprochable, claro que sí, pero en la práctica resulta inviable e ineficaz. Déjense de absurdos intervencionismos y dejen la educación en manos de quien tiene la obligación: los padres, que por lo general lo hacen con sentido común y sin distingos. Y dediquen toda la atención necesaria a los menores que, además de la educación, sufren otras muchas carencias.