Macizo del Moncayo: una montaña, muchas naturalezas
Esta cumbre no solo posee gran contenido simbólico sino que atesora una rica variedad de valores naturales, en sus diversas altitudes y distintos ecosistemas.
La importancia natural del macizo del Moncayo ya se puso de relieve en 1927, cuando se protegió el Sitio Natural de Interés Nacional de la Dehesa del Moncayo, embrión del actual parque natural, que tras distintas ampliaciones se extiende por más de 11.000 ha. El espacio protegido destaca por su variedad, ya que suma ambientes mediterráneos y atlánticos y coexisten humedales y estepas, circos glaciares y barrancos...
Dentro del parque, se conoce a la vertiente sur como "la cara oculta del Moncayo", en referencia de que se trata de una zona con identidad propia de la que existe un gran desconocimiento por parte de muchos montañeros. Su situación, entre los valles de los ríos Isuela y Aranda, rodeada de las sierras de la Virgen, Nava Alta, Tablado y las estribaciones meridionales del Moncayo, ofrece un relieve muy especial.
Purujosa, nido de águilas
El casco urbano de Purujosa, con gran acierto llamado "nido de águilas", cuelga de un espolón rocoso en la cabecera del río Isuela y subraya ya el atractivo natural y los notables parajes de esta localidad, dentro del Parque Natural del Moncayo. La ermita gótica de la Virgen de la Cueva, también llamada de Constatín, en un cortado al que se accede por un camino tallado en la piedra, destaca en el patrimonio monumental del pueblo.
Cimas y paisajes
Las subidas a cumbre que pueden realizarse dentro del Moncayo aparecen en el libro 'Cien cimas, cien paisajes. Aragón comarca a comarca'. La obra, publicada por Prames con la colaboración de Turismo de Aragón y la Federación Aragonesa de Montañismo, destaca por su objetivo de "contagiar la pasión por el territorio y sus montañas". El autor, Chema Tapia, propone para cada comarca de Aragón un recorrido por tres cimas: la más alta y otras dos muy representativas del territorio por su belleza, vistas... Además, en sus excursiones se ha acompañado de conocedores de cada zona, miembros de clubes de montaña locales, en un esfuerzo colectivo que refleja el espíritu del montañismo para acercar a toda la geografía aragonesa.
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