El campo aragonés respira con el nombramiento del nuevo ministro de Agricultura

Por momentos parecía que Agricultura no iba a contar una cartera propia. Pese a esto, hay división de opiniones sobre el planteamiento del nuevo Gobierno.

Luis Planas, nuevo ministro de Agricultura, después del primer Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez.
Luis Planas, nuevo ministro de Agricultura, después del primer Consejo de Ministros presidido por Pedro Sánchez.
Javier Soriano/AFP

El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez ha dejado un reguero de titulares por la configuración de su cuerpo ministerial. Muchas caras nuevas, algunas relevantes llegadas de otros sectores, y nuevas carteras que dan más peso a distintas cuestiones.

Sin embargo, durante el nombramiento de los nuevos ministros en el sector del campo sobrevoló la duda sobre si la habitual rama de Agricultura, Ganadería y Pesca iba a quedar diluida en otro ministerio o simplemente relegada en una Dirección General menor. Finalmente esto no sucedió para alivio del sector, que vio como Luis Planas (Valencia, 1952) quedaba constituido como nuevo responsable de Agricultura, Pesca y Alimentación.

“Durante los días anteriores al nombramiento parecía que Agricultura iba a quedar encuadrada en el nuevo ministerio de Transición Ecológica, lo cual habría sido un error bajo el punto de vista de los agricultores”, comenta Fernando Luna, presidente de Asaja-Huesca, quien ha recopilado opiniones sobre el nuevo ministro que le hacen verlo como una persona “dialogante, formada y conocedora del mundo agrario”.

Planas ha sido en dos ocasiones consejero de Agricultura en la Junta de Andalucía. Antes de esto había sido Eurodiputado y Embajador de España en Marruecos de 2005 a 2010. Su carrera política entró en un impase tras postularse como alternativa a Susana Díaz en el relevo del PSOE Andaluz, donde no consiguió recabar los avales necesarios para hacer oposición. De ahí pasó a ser el Secretario General del Comité Económico y Social Europeo (CESE), un órgano consultivo auxiliar de la UE, cargo que mantenía hasta ahora.

De su labor en el CESE lo conoce otra de las cabezas visibles del sector agrario en Aragón. José Manuel Roche, secretario general de UPA en Aragón, es miembro también de este comité, donde trabajó con Planas durante cuatro años. “Es un hombre dispuesto a discutir cualquier postura y que maneja muy bien el sector agrario y el movimiento político en Bruselas, algo fundamental para que España tenga una posición de peso de cara a la negociación de la nueva PAC”, señala Roche.

Desde Uaga, su secretario general José Manuel Penella valora tras consultar a compañeros andaluces que “al menos podemos decir que es alguien que tiene experiencia, algo que no pasaba con los últimos ministros de agricultura. Es una persona que por lo que nos dicen es de un corte liberal dentro del PSOE, pero por las opiniones que me han llegado solo puedo darle confianza y valorar su gestión pasado un tiempo”, valora.

Ministerios de Agricultura y Medio Ambiente separados: ¿mejora o problema?

La gran novedad para el sector de este nuevo Ejecutivo radica en que, como ya pasó en uno de los Gobierno de Zapatero, Agricultura y Medio Ambiente han quedado en distintas carteras. Al cargo de  este último ramo estará Teresa Ribera, estrenando el cargo de Transición Ecológica, donde se configurarán además de temas de sostenibilidad, la gestión de energía y la lucha contra el cambio climático.

Esta configuración abre debate en las organizaciones aragonesas. Tanto Penella (Uaga) como Luna (Asaja) habrían preferido un ministerio conjunto. “Puede traer problemas de solapamiento y de operatividad. Porque aunque lógicamente depende de un mismo Gobierno, dentro de cada ministerio luego hay hojas de ruta propias, y quizá puedan chocar en algunos términos”, opina Penella. Luna por su parte también cree que puede traer complicaciones a la hora de tramitar permisos para explotaciones o asimilar regulaciones europeas que cada vez convergen más entre el cuidado ecológico y la propia agricultura, señalando además que, en su opinión, “sin agricultura no hay medio ambiente”.

Para Roche sin embargo esto podría ser una ventaja. “Los agricultores y ganaderos preferimos tener una figura fuerte que sabemos que está con el sector, y en este caso que solo dependa de Agricultura para mí es un acierto. Es obvio que agricultura y política medioambiental van a ir siempre de la mano, pero así tendremos un ente al que dirigirnos sabiendo que va a mirar los problemas desde nuestro punto de vista, aunque luego tenga que discutirlo con otros ministerios”, señala.

La modificación de la PAC propuesta desde Aragón podría tomar impulso

En este marco, el nuevo Gobierno socialista tiene también importancia para el campo aragonés -y para todo el español- desde el punto de vista de que va a ser el que se encargue de la negociación de la futura PAC a partir de 2020. Una política agraria que será ya sin la aportación y el reparto de fondos con Reino Unido tras el Brexit, lo que puede hacer que su presupuesto caiga en torno a un 15%.

Desde Aragón, la Consejería de Desarrollo Rural lanzó como reto ambicioso por parte de Joaquín Olona pocos meses después de llegar al cargo impulsar una propuesta de reforma elaborada desde Aragón. Una reforma que en su momento fue tildada de 'radical' por el propio ejecutivo autonómico.

El plan preestablecido por el Gobierno de Aragón, que afronta una posición pionera al ser la primera autonomía que intenta tramitar un cambio tan profundo en lugar de partir desde Bruselas o del Ministerio, marca su hoja de ruta en tres factores fundamentales: vincular el reparto de fondos a la renta de los agricultores, derogar las referencias históricas, y eliminar también la separación por estratos o territorios que daban lugar a que algunas zonas (como la provincia turolense) recibieran menos dinero por los mismos cultivos que se pueden encontrar en otras regiones a tan solo unos cientos de metros de distancia en algunos casos.

Hasta ahora la propuesta aragonesa -que ha seguido avanzando configurando incluso un algoritmo para el reparto de ayudas- se había topado con el problema de que en Madrid apenas era valorada por parte del anterior Ejecutivo central. “Si la reforma no pasaba por el Ministerio, difícilmente podría llegar a Bruselas, así que esperamos que con un Gobierno del mismo partido ahora haya mayor sintonía, porque a nosotros nos parece buena”, señala Penella, cuya organización Uaga y UPA firmaron hace unas semanas un pacto con partidos políticos y la Consejería para implementar la negociación de esta reforma.

El Gobierno de Aragón ya ha buscado apoyo de otras autonomías como Castilla-La Mancha y Cantabria que también estarían interesadas en proponer sus medidas de cara la próxima reforma europea. Eso sí, el plan de la Consejería no cuenta con total unanimidad en el sector agrario, con Asaja reticente a las medidas que se proponen y que prefirió no firmar el pacto sellado hace unas semanas.

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