La polémica adquisición de un set de manicura de 890 euros por parte del Ayuntamiento de Calatayud cuando gobernaba el socialista Víctor Ruiz –gasto que el actual regidor, José Manuel Aranda (PP), le ha echado en cara esta semana– ha devuelto a la actualidad los gastos de protocolo y representación de las administraciones públicas. Solo los ayuntamientos de las tres capitales aragonesas disponen en su conjunto de 274.000 euros para este tipo de desembolsos, que se suelen destinar a restauración, viajes, obsequios o atención a invitados.

Como es natural, el Ayuntamiento de Zaragoza es el que cuenta con un mayor presupuesto. El Área de Alcaldía tiene 1,8 millones de euros, de los que 180.000 son para este tipo de gastos (65.000 corresponden al servicio de protocolo y 115.000 euros son para representación). El global ha descendido respecto a 2017, cuando se presupuestaron 2 millones, y lo mismo ha pasado con protocolo (de 100.000 a 65.000), mientras que los gastos de representación se mantienen.

En Zaragoza, el registro de facturas permite al ciudadano consultar los gastos que se hacen con cargo al Área de Alcaldía, que están fiscalizados al detalle por el servicio de Intervención. Hay sobre todo viajes, como el que realizó recientemente el alcalde y otros responsables municipales al congreso del Cideu en Chile y que costó casi 6.000 €. Hay varios desplazamientos a las citas de la red Euro?cities, como uno a Atenas de 821,04 u otro a Ljubljana de 468 euros, o visitas a Madrid, Barcelona o Bruselas. Recientemente se facturó la placa y el marco del premio Estrella de Europa, que se entregó hace unos días y costó 165 €.

Figuran como gastos recurrentes el servicio de restauración (el pasado mes de mayo se gastaron 790,96 euros en diversas facturas o en marzo el pleno ordinario supuso 1.054 euros). O las comidas y desplazamientos de los escoltas cuando acompañan al alcalde, otra de las facturas habituales.

Dos ejemplos de gastos típicos son las insignias de los concejales y las bandas, que se adquieren al inicio de cada corporación. Las primeras costaron en 2015 un total de 9.176 euros, mientras que las segundas supusieron 5.251. Otra factura que tuvo que asumir Alcaldía fue la transcripción de las actas de las comisiones de investigación de Ecociudad (1.815 euros). Pero el gran gasto polémico de su legislatura ha sido el bote de gomina para uso personal de Santisteve (15,9 euros), que generó una catarata de críticas.

Las bandas de la mairalesas

Los gastos de protocolo en el Ayuntamiento de Huesca cuentan con una partida anual de 74.000 euros. Con esta dotación se sufraga, por ejemplo, la atención a los invitados municipales, como la delegación francesa de la Tarbes, localidad hermanada con la capital oscense.

A protocolo se cargan también los gastos derivados de la organización de determinados actos como la contratación de equipos de sonido. También para las bandas que se imponen a las mairalesas para las fiestas y a los concejales para la toma de posesión, así como los atributos correspondientes al cargo de edil, un pin y una alfiler de corbata o broche.

Igualmente, se adquieren obsequios para las personalidades que visitan la ciudad, como las reproducciones del Sitial del Justicia, del Torreón de Casa Amparo, de la Moreneta y del Danzante. En los últimos años no se han encargado nuevos objetos sino que se reponen los que se agotan y de los que ya existen moldes. También son regalos protocolarios libros sobre la ciudad y pequeños detalles para las visitas escolares.

Con esta partida se pagan las esquelas y coronas por fallecimiento de trabajadores en activo y personalidades de la ciudad ligadas con el Ayuntamiento: hijos adoptivos, hijos predilectos, ciudadanos ilustres... Todos los gastos asignados a esta partida se fiscalizan cada vez que se realizan.

Teruel congela la partida

En Teruel, este tipo de gastos se mantienen congelados en 20.000 euros desde 2015. Esta partida se destina, entre otras cuestiones, a pagar el vino español de Navidad y de Santa Rita a los que son invitados los trabajadores municipales, al pago de fotos de actos oficiales organizados por el Consistorio, a la remisión de telegramas, inserción de esquelas, pago flores para decorar eventos públicos, a tarjetas de visita, a insignias y a otros pequeños obsequios institucionales. El control del uso de este capítulo presupuestario se lleva a cabo a través del servicio de Intervención.

La partida protocolaria se recortó en 2015, al pasar de los 28.000 de 2014 a 20.000, una rebaja derivada del traspaso de algunos desembolsos al área de Festejos por entender que era la competente, como ocurrió con el pago de los viajes y alojamientos de los premiados en un concurso de las fiestas de La Vaquilla o con el vino español organizado al inicio de los festejos.