¿Cuántas profesiones caninas existen en Aragón?

Marta Ruiz en su peluquería canina.
Marta Ruiz en su peluquería canina.
C. I.

Peluquería, servicios funerarios, reparto de comida a domicilio o psicólogos animales son tan solo algunas de las opciones que podemos encontrar.

En los últimos años el mundo animal ha evolucionado hasta ocupar un lugar de gran importancia en nuestras dinámicas diarias, algo que se ha traducido en la creación de nuevas profesiones, que en la actualidad van desde las más tradicionales, como veterinaria, peluquería o adiestramiento; hasta las más actuales como canguros, educadores, repartidores de pienso a domicilio, servicios funerarios o psicólogos. ¿Qué profesiones en torno al mundo canino podemos encontrar en Aragón?

Marta Ruiz es peluquera canina desde hace 17 años. “Mi función principal es la de cuidar la higiene, la salud y la estética de los perros”, explica. En su opinión, lejos de ser una moda, se trata de un cambio de tendencia general, algo que, además, comienza a extenderse entre numerosas razas y especies, como conejos y cobayas. Es un trabajo muy laborioso por lo que tenemos muy limitado el número de perros que podemos hacer al día, máximo 8 por persona”, explica Ruiz.

Otros de los empleos más novedosos guardan relación con nuestro estilo de vida, caracterizado, sobre todo, por la falta de tiempo. Es por eso que han surgido perfiles de personas dedicadas al cuidado de perros durante periodos vacacionales, viajes de trabajo o, incluso, como un servicio habitual. Silvia Porras es canguro canina desde hace dos años. “Dejar tu perro con una persona a la que no conces no siempre es fácil y el contacto directo es algo que valoran mucho los clientes”, explica.

Porras realiza un servicio totalmente personalizado basado en la comunicación constante con los dueños vía whatsapp y alejado de las tradicionales guarderías. Además, ofrece algunos extras como acompañamiento a bodas u otro tipo de eventos en los que se hace cargo del animal o envío de vídeos y fotografías. Este servicio tiene un coste de 22 euros la noche: “Aun así, he tenido gatos, conejos y algunos pájaros como periquitos o ninfas”.

Desde Espacio Ítaca, Sandra Sánchez capitanea un equipo especializado en comportamiento, psicología e intervenciones asistidas con animales. En su caso, es psicóloga y experta en acompañamiento de procesos de duelo. En su opinión, estos fenómenos son muy similares ya sean con animales o personas. “Son procesos íntimos y complejos donde la consciencia duele. Sí que una gran diferencia es el tema de la aceptación social y el respeto al sentimiento de duelo de una persona que ha perdido a un animal, ya que no es algo comprendido por todas las personas”, asegura.

“Cuando comencé a dedicarme al mundo animal, hace unos 11 años, era más extraño ver profesiones como las que desarrollamos en Espacio Ítaca”, reivindica, entre ellas, la de consultor animal a cargo de Raúl Hueso. Su función, que desarrolla desde Mr. Hueso, se centra en el bienestar, el comportamiento y el aprendizaje animal. “Me dedico a asesorar a familias e instituciones en todo lo relacionado con los animales, tanto antes de tenerlos para encontrar el más adecuado a su familia como cuando tienen dificultades en la convivencia con el animal, así como en el desarrollo de ordenanzas y proyectos encaminados a mejorar la relación entre personas y animales”, explica.

“La mayoría de las veces, lo que la gente denomina ‘problemas de comportamiento’ no son más que carencias en su bienestar, por lo que mi trabajo consiste en ayudarles a entenderlas”, añade. Dentro de su equipo se encuentra también Nuria Embid, trabajadora social y experta en Intervenciones Asistidas con Animales (IAA) en el ámbito del trabajo social. “Incorporo la presencia de un animal y un experto en comportamiento y bienestar animal a las sesiones que realizo de estimulación cognitiva, memoria, habilidades sociales, relación familiar y bienestar emocional”, especifica.

Una despedida diferente

Otro de los oficios más curiosos en este ámbito es el que ocupa Juan Carlos Pérez, responsable de servicios funerarios para mascotas desde La Morada de Noé. “Realizamos todo el proceso una vez fallece el animal, desde recogida, transporte, cremación... en el mínimo plazo de tiempo y de la forma más discreta, ecológica y respetuosa”, indica. Todo comenzó cuando falleció uno de sus perros y detectaron esta carencia en Aragón.

En su opinión, se está viviendo un cambio transcendental en nuestra relación con los animales, no solo a nivel de convivencia: “Antaño los animales guardaban la finca, alejaban a los intrusos… ahora compartimos con ellos mucho más”. Por eso, tratan de “humanizar” al máximo posible todo el proceso. “Como complementos a la tradicional urna, ofrecemos esculturas, fotografías 3D, impresión de huellas y una de las últimas novedades, las joyas con ADN que tienen un valor personal incalculable”.

Además, en La Morada de Noé prestan sus servicios al 50% entre perros y gatos, aunque también han trabajado con hurones y conejos de diferentes razas, y, aunque en menor medida, cobayas, hámsters, loros, tortugas, lagartos y titís”, resume Pérez.

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