El Instituto forense Adli Tip de Estambul guarda restos de 23 militares muertos en el Yak

Los forenses turcos fueron consultados esta semana por la Embajada de España en Turquía y guardan dientes y huesos.

Francisco Cardona, con la chaqueta en la mano, en el Instituto forense Adli Tip en junio de 2004 cuando se hicieron las pruebas de ADN para identificar a su hijo.
Francisco Cardona, con la chaqueta en la mano, en el Instituto forense Adli Tip en junio de 2004 cuando se hicieron las pruebas de ADN para identificar a su hijo.
Juan Carlos Arcos

El Instituto de Medicina Legal de Estambul Adli Tip guarda restos de 23 de los militares españoles que murieron en el accidente del Yak, según confirmaron ayer fuentes jurídicas turcas de toda solvencia a HERALDO. Se trata sobre todo de dientes o trozos de huesos que tomaron los forenses turcos de los fallecidos cuando se produjo el accidente el 26 de mayo de 2003 en Trebisonda (Turquía) como muestras biológicas para hacer pruebas de ADN a los cadáveres.

Un año después de la tragedia y tras el cambio del Gobierno del PP al PSOE, los restos sirvieron para que el Instituto Adli Tip pudiera compararlos con el ADN de los familiares que se desplazaron a Turquía. Y además fueron la prueba definitiva de que 30 de los 62 muertos no fueron identificados por el equipo del Gobierno español. De hecho, en Turquía se desveló que 22 víctimas fueron mal identificadas.

Esto corroboró el acta que firmaron los generales Vicente Navarro y José Antonio Beltrán antes de volver a España desde Turquía (y que luego se escondió) en la que lo reconocieron y admitieron que se entregaron 30 muertos a las familias por error. Los mandos militares responsables de las falsas identificaciones fueron condenados en 2009 por la Audiencia Nacional y luego el Gobierno del PP los indultó en 2012 (el general Vicente Navarro, condenado a tres años, no entró en prisión porque falleció).

El Juzgado del distrito de Maçka ha solicitado esta semana un informe sobre los restos de los militares españoles al Adli Tip después de que la Embajada de España en Ankara reclamara la información a través del Ministerio de Justicia y del Ministerio de Asuntos Exteriores. En los próximos días, el informe de los forenses turcos llegará al Ministerio de Defensa y a la Audiencia Nacional.

Aunque la legislación turca determina que basta con mantener esas muestras durante diez años, los forenses turcos han guardado los 23 restos de los militares más tiempo, porque eran conscientes de la polémica y el dolor que generó su mala identificación en las familias. Estos profesionales también declararon en el juicio de la Audiencia Nacional en 2009.

Al saber a través de un traductor turco que los restos de su hijo estaban guardados en el Adli Tip, el padre del sargento valenciano Francisco Cardona, uno de los militares fallecidos en la tragedia de Trabisonda y destinado en la Base de Zaragoza, consultó en enero al Gobierno la posibilidad de repatriar dichos restos y pidió autorización para evitar cualquier problema en las fronteras turca y española.

La pierna enterrada en Maçka

Pero la respuesta de Defensa pilló por sorpresa a Francisco Cardona padre, ya que el Ministerio le confirmó que Turquía encontró una pierna y la enterró en el cementerio de Maçka el 24 de julio de 2003 (dos meses después de la mayor catástrofe de la historia de las Fuerzas aéreas españolas en tiempo de paz). El Ministerio de Defensa no comunicó entonces este hallazgo a las familias de las víctimas y el miembro fue sepultado en Turquía.

La información del Instituto de Medicina Legal de Estambul contradice la respuesta de las autoridades turcas a la petición española a instancias de Francisco Cardona, porque señalaron que "tanto las muestras orgánicas de las víctimas como de los familiares utilizadas para su identificación fueron destruidas, tal como determina la legislación turca".

Aun así, la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, reconoció ayer que "la información remitida por Turquía es muy confusa", refiriéndose a la extremidad enterrada. Pero Francisco Cardona, el familiar que solicitó ayuda a Defensa, se sintió "engañado" al decirle que no había restos de los fallecidos, aunque el forense dice lo contrario, y al poco de salir, "sacaron una nota de prensa".

El abogado Leopoldo Gay, que representó a la Asociación de Víctimas del Yak que fue disuelta, comunicó a los familiares la posibilidad de personarse en el juzgado de la Audiencia Nacional para mantener contacto con el juzgado de Maçka y repatriar los últimos restos de los militares fallecidos en Turquía a España.

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