Las adjudicaciones de Fomento en Aragón se limitan a 147 millones en los últimos 5 años

El importe únicamente representa un 2,1% de las inversiones que ha puesto en marcha en todo el país.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en el centro, en la visita que hizo el pasado lunes a las obras en el Monrepós.
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, en el centro, en la visita que hizo el pasado lunes a las obras en el Monrepós.
EFE

El ritmo de adjudicaciones del Ministerio de Fomento sigue bajo mínimos en Aragón y la sitúan directamente a la cola del país desde que gobierna el PP. Solo con revisar los datos oficiales de los últimos cinco años se demuestra que el importe de las actuaciones puestas en marcha se limita a 147 millones de euros, una cantidad ínfima si se compara con los casi 7.000 millones de las adjudicaciones en el conjunto del país.

El balance oficial del grupo Fomento, que engloba al propio Ministerio y a las empresas y entes públicos dependientes, es más bien magro en Aragón, dado que la inyección económica para nuevos proyectos solo representa el 2% del total del país. Y tampoco sale bien parada si se compara con el esfuerzo inversor en otras autonomías: únicamente empeoran sus números Asturias, Cantabria, La Rioja, Navarra y Castilla-La Mancha, pero solo esta última supera en superficie a Aragón.

Estos datos evidencian la lentitud con la que avanzan las infraestructuras de Aragón y las dificultades para desatascar los grandes proyectos viarios y ferroviarios pendientes desde hace décadas, como son los desdoblamientos de carretera en Zaragoza y Teruel y los pasos transfronterizos.

Pero aún es más grave la situación si se tiene en cuenta que solo la adjudicación en los dos últimos años de la autovía de Logroño representa dos tercios de la suma total de Aragón. Los tramos Figueruelas-Gallur y Gallur-Mallén se contrataron por 97 millones y el resto de proyectos se repartieron los 50 restantes.

Mínimo histórico

Estas actuaciones logran salvar la cara al Ministerio de Fomento, puesto que son las únicas de calado emprendidas en los últimos cinco años y han logrado revertir el tijeretazo previo. De hecho, en 2015 se cerró con un mínimo histórico, puesto que solo se adjudicaron obras por 1,4 millones. Tampoco salieron bien paradas las tres provincias aragonesas en los dos años previos, porque las contrataciones se limitaron a 8,1 millones (2014) y a 20,3 millones (2013).

El resto de intervenciones relevantes, en lo que a coste se refiere, se limitan a unas obras complementarias en la autovía entre Huesca y Jaca, la A -23, por 20 millones. Se remontan a noviembre de 2013 y se circunscriben a los tramos entre Nueno y el congosto del Isuela y de Arguis al alto de Monrepós para estabilizar la ladera, acondicionar las instalaciones de un túnel y su conexión con el centro de control de túneles de la autovía. Los contratos restantes son insignficantes si se tiene en cuenta el calado de la obra pública.

La comparativa

El esfuerzo inversor del Gobierno del PP, tanto con la exministra Ana Pastor como con su sucesor Íñigo de la Serna, tampoco sale bien parado si se compara con el del Gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. Entre 2008 y 2011 se adjudicaron obras en Aragón por 731 millones y situó a la Comunidad en la mitad de la tabla, por lo que no se puede achacar a que en esa legislatura hubiera un mayor ritmo inversor en el conjunto del país pese a la incipiente crisis.

Lo que está aún por ver es si en la recta final de la legislatura se logrará cambiar la marcha en la Comunidad. El ministro acaba de poner la primera piedra del tramo de la autovía de la A-21 entre los enlaces de Sigüés y Tiermas, cuya adjudicación por casi 52 millones está todavía pendiente de publicar en el Boletín Oficial del Estado (BOE). El resto de actuaciones contratadas en el primer trimestre del año, según la estadística oficial, se restringen a 1,2 millones.

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