La DGA descarta bonificar la cuota en Sucesiones porque beneficiaría a las rentas altas

El consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, ha asegurado este lunes que la DGA no cree en la bonificación de la cuota de Sucesiones porque beneficiaría a las rentas altas e iría en contra de la progresividad fiscal que defiende la coalición PSOE-CHA. «Mejora enormemente la situación de los patrimonios más altos y presenta algún problema respecto a la progresividad fiscal», ha dicho.

Gimeno tampoco se ha mostrado partidario de primar las donaciones en la reforma del impuesto, como defienden PP y PAR, para evitar la «planificación fiscal». De este modo, el responsable socialista limita el marco del diálogo y la negociación del proyecto de ley a la que ha instado a los partidos con el objetivo de resolver «el lío». El primer paso se dará el miécoles en la Junta de Portavoces, que decidirá si la tramitación de la reforma pactada con Ciudadanos es exprés como quiere el Gobierno, por procedimiento de lectura única, o de modo ordinario. Esta última opción podría alargar el debate hasta después del verano y es la opción por la que se podrían decantarse finalmente el PP y Podemos.

El consejero de Hacienda, que ha comparecido en las Cortes a petición del PP para abordar los aspectos de la reforma que afectan a Donaciones, ha detallado que al trámite parlamentario habrá que sumarle entre dos y tres meses para hacer las modificaciones informáticas antes de que el proyecto de ley pueda entrar en vigor. El texto fija su aplicación en enero de 2019, pero los aragonesistas condicionan su voto a que sea inmediata.

El portavoz del PP de Hacienda, Antonio Suárez, ha criticado que la reforma se centre en la exención en el pago hasta herencias de 500.000 euros entre parientes directos y se haya «olvidado» de las bonificaciones sobre la cuota, de los hermanos y de las donaciones, salvo en el caso de las destinadas a la vivienda habitual, cuya exención se eleva a 250.000 euros siempre que el beneficiario no disponga de un patrimonio superior a 100.000 euros. «La regulación de Sucesiones y Donaciones debería ir a la par, ya que ambos se enmarcan en la transmisión de un patrimonio. Pero la descompensación es tremenda y el efecto es perverso, al diferir la herencia hasta la muerte. Esto repercute en el consumo y la inversión», ha aseverado.

La misma tesis mantuvo la aragonesista Elena Allué, quien ha criticado una reforma que ha tildado de «electoral» tras cuestionar la coherencia de PSOE y CHA.

Mientras, el diputado de Ciudadanos, Javier Martínez, ha preguntado al PP qué piensa votar y ha mostrado su plena predisposición a bonificar las donaciones.

En el bloque de la izquierda, hubo distintas posturas. Marta de Santos (Podemos) ha abogado por bonificar el mecenazgo antes de mostrar su «hastío» por el «contrabando ideológico» con la rebaja fiscal, Alfredo Sancho (PSOE) ha defendió que la reforma es «justa y progresiva» y Gregorio Briz (CHA) ha lamentado «el juego fiscal a la derecha» y ha confiado en llegar aún a un acuerdo de izquierdas.

Lambán confirma que negocia ya con Beamonte

Mientras, el presidente aragonés, Javier Lambán, ha confirmado que negocia ya la reforma del impuesto de Sucesiones y Donaciones con el presidente del PP-Aragón, Luis María Beamonte, al que le ha trasladado la necesidad de pactar cuestiones que para él son mucho más importantes, como la financiación municipal. Sobre Sucesiones, ha insistido en que el impuesto no es injusto en sí mismo, pero sí que en una comunidad autónoma se pague más que el resto, lo que le ha llevado a plantear de nuevo la armonización. «Como presidente, no puedo tolerar que ni ricos, ni medianos ni pobres paguen más en Aragón», ha añadido.