La crisis política catalana, en el punto de mira del turismo aragonés este verano

Mientras Cataluña acaba de nombrar a un nuevo presidente de la Generalitat, las familias que pueden intentan cuadrar calendarios y presupuestos para planificar las vacaciones de verano. ¿Seguirán fieles los aragoneses a las cercanas playas de la Costa Dorada? Desde la Asociación de Agencias de Viajes de Aragón, su presidente, Jorge Moncada, asegura que las reservas para este destino han sufrido "un desplome" y la demanda para el conjunto de la comunidad vecina ha caído cerca de un 80%. Por su parte, la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, asegura que no se está cumpliendo el presagio del fuerte descenso de viajeros que sí se dejó notar el pasado otoño.

Moncada pone sobre la mesa "situaciones" que está viviendo con sus clientes. Si no hay vuelos directos desde Zaragoza, asegura que prefieren partir desde el aeropuerto de Madrid antes que desde el de Barcelona a no ser que la diferencia de precio resulte "sensiblemente inferior" si se recurre al Prat. "Hemos notado casi un 70% más de peticiones de salidas desde la capital de España después del ‘procés’", comenta.

Otro síntoma para él es el poco tirón que tuvieron los destinos catalanes en el último programa del Imserso. "Tradicionalmente eran los primeros que se llenaban y este año tenían vacantes hasta el final", recuerda.

La deriva nacionalista para Moncada también ha restado atractivo a las escapadas a Barcelona y a las salidas a jugar a los campos de golf de Gerona y a practicar submarinismo. "Este tipo de turista quiere facilidades y no complicaciones, por lo que opta por el Levante valenciano o Andalucía. En el caso del submarinismo se buscan nuevos lugares como las Islas Canarias", apunta.

La percepción cambia radicalmente en el sector de la comunidad aledaña. Sergio Ibarbuen, portavoz de la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, que reúne a 86 hoteles, se muestra optimista. "El turismo aragonés es muy maduro, nos conoce y está exento de estas polémicas. Los establecimientos hoteleros tienen un índice de fidelización muy alto y las expectativas son buenas", afirma. Reconoce que hay "preocupación" por la situación política, más que por la afección de los atentados del pasado agosto. "Las incertidumbres no son buenas y dejaremos que nuestro trabajo hable por nosotros", afirma.

El balance de 2017 no refleja, asegura, una menor llegada de aragoneses, aunque también reconoce que el último trimestre es el menos representativo. Según las cifras recogidas por el Observatorio de Turismo de la Costa Dorada, el año pasado los aragoneses representaron un 4,7% de los viajeros que recibe de todo el mundo, lo que supone un incremento frente al 3,8% de 2016.

Las opiniones de particulares que poseen una segunda vivienda (entre Salou, Cambrils y La Pineda hay casi 14.000) también son encontradas. Los hay que la han puesto a la venta y otros no se plantean renunciar a la que siempre ha sido su salida natural al mar.

"Cualquier tipo de inestabilidad afecta al mundo inmobiliario. En este caso creemos que más al mercado extranjero que al propiamente español", opina el presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Gerona, Joan Company. Los datos de las transacciones inmobiliarias del ultimo trimestre de 2017, los últimos disponibles, deparan una sorpresa. Los aragoneses compraron 503 viviendas en Cataluña en este periodo, cuando la media del resto de trimestre es de 162. "Esta distorsión posiblemente se deba a una operación inversora de una sociedad domiciliada en Aragón", es la explicación que le encuentra Company.

En lo que coinciden todos los agentes es que van a examinar con lupa las cifras turísticas que arroje este 2018.