Cae el tráfico pesado por la autopista mientras la N-II sigue soportando 5.000 camiones al día

Los transportistas valoran el esfuerzo del peaje bonificado, pero dicen que la medida ha fracasado. Tradime "descuenta las horas" para que expire la concesión de la AP-2 en 2021 y se "liberalice".

La N-II a su paso por el puerto de Fraga, que registra una media de 5.000 camiones al día.
La N-II a su paso por el puerto de Fraga, que registra una media de 5.000 camiones al día.
Patricia Puértolas

El Gobierno de Aragón y el Ministerio de Fomento pusieron en marcha en 2013 una política de bonificaciones para incentivar a los vehículos pesados a desviarse por la autopista AP-2 y esquivar el peligro del tramo de la N-II entre Alfajarín y Fraga, el único sin desdoblar en el itinerario Madrid-Barcelona-La Junquera y que acumulaba cifras alarmantes de siniestralidad. Estos descuentos –que llegan al 100% en el tramo Alfajarín-Pina y al 75% entre Pina y Fraga– dieron resultado los primeros años y el  tráfico de camiones se duplicó hasta alcanzar 2.500 al día, pero el efecto se ha frenado y la prueba es que en 2017 el número de pesados bajó un 15% hasta los 2.094.

Se rompe así una tendencia de cuatro años de crecimiento continuado de camiones en la AP-2, ya que se pasó de 1.123 en 2012 a 1.237 en 2013 (+10%), 1.770 en 2014 (+43%), 2.202 en 2015 (+24%) y 2.459 en 2016 (+11,67%), según las estadísticas de Fomento.

Desde la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime), su presidente, Santiago López-Montenegro, valoró este viernes el "amplio esfuerzo económico" que han hecho el Gobierno de Aragón y el Ministerio para financiar estos descuentos, pero también admite que los datos demuestran que "no ha sido suficiente" y considera por tanto que la medida "ha fracasado" en su intento de rebajar la intensidad de tráfico pesado por la N-II. Y es que recalca que "por mínimo que sea ese aumento de coste, al final lo sostiene el transportista, por lo que muchos no lo pueden asumir", destacó.

Récord de 2007: 7.770 pesados

Mientras tanto, aunque las cifras de circulación de la N-II siguen estando lejos de las que se daban antes de la crisis (en 2007 se alcanzó un récord de 7.770 camiones al día), en los últimos años al menos se ha frenado ese descenso y se ha estancado en torno a los 5.000 camiones. Una cifra que sigue siendo elevada ­–duplica con creces al número de ligeros– y que multiplica el riesgo de accidente. Los dos últimos, esta misma semana con un choque entre un camión y una furgoneta de temporeros en Fraga que dejó seis heridos, y una salida de vía de otro vehículo pesado que cayó por un barranco y cuyo conductor resultó herido grave.

Un buen termómetro de la actividad económica que mueve la N-II son los establecimientos hosteleros que jalonan el recorrido entre Alfajarín y Fraga y prácticamente todos coinciden en asegurar que el volumen de tráfico en este 2018 en la N-II está siendo similar a los últimos años y que no se están recuperando para nada las cifras anteriores a la crisis. "Trabajamos bien pero porque han cerrado media docena de negocios. No es lo de antes, se nota que ha bajado el tráfico. Y una prueba es que hace unos años, para incorporarte a la carretera podías estar esperando 15 o 20 minutos y aunque ahora sigue habiendo algunas horas punta, hay momentos de poca circulación", afirma Sergio Lacasa, del restaurante La Ruta de Peñalba. También Bernardo Royo, de Las Ventas de Santa Lucía (Pina), destaca que desde la crisis se ha reducido mucho el paso de camiones pero confía en que haya un repunte este verano. Ángeles Ferrer, de La Perla (Bujaraloz), sí dice tener "mucho trabajo".

El conflicto catalán "retrae"

Amparo Martí, del Ventorrillo (Fraga), cree que en los últimos meses "ha aflojado" el tráfico. Similar es la opinión de Adrián Dolz, de El Único (Osera de Ebro), que lo achaca también a la subida del gasoil, entre otros factores. El conflicto catalán también parece haber influido "porque muchos se retraen de venir por aquí", asegura Alfonso Lacasa, de Las Ventas del Rey (Fraga).

Fomento, por su parte, mantiene bloqueado el proyecto de desdoblamiento de la N-II en el tramo de 85 km entre Pina y Fraga. Y es que apenas ha habido avances desde que en 2014 se aprobara el expediente de información pública y el estudio definitivo. Este año tampoco habrá un gran impulso ya que los PGE solo han consignado 2,4 millones para los tramos Bujaraloz-Candasnos, Candasnos-Fraga y la conexión con la AP-2 en Pina (Pina-Bujaraloz no tiene asignación).

Y eso que recientemente la Audiencia Nacional despejó el camino al tumbar el intento de la concesionaria de la autopista, Acesa, de impedir la conversión en autovía por posibles defectos del estudio informativo y por los perjuicio económicos para la AP-2.

La histórica reivindicación del desdoblamiento, sin embargo, no es unánime hoy por hoy debido a que ha pasado tanto tiempo que muchos de los principales afectados -vecinos de la zona y transportistas- ven más factible que se liberalice por completo la autopista que acometer una inversión en una nueva autovía que superaría los 360 millones de euros.

Es el caso de la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón, donde están "descontando las horas" para que caduque la concesión de la AP-2 (Zaragoza-Mediterráneo) el 31 de agosto de 2021. "Esperemos que el Ministerio ni se plantee una posible renovación y que levante la barrera para que podamos ir por esa vía gratuitamente", resaltó Santiago López-Montenegro.

"Desdoblar sería una locura"

Desde Tradime aseguran que una media de 5.000 camiones diarios es "demasiado intensa ya" para una carretera como la N-II y que, de hecho, si se liberaliza la AP-2, también será "justa" para este volumen de tráfico. Aun así, creen que es la solución más viable "porque siendo coherentes y mirando los números, es una locura intentar afrontar un desdoblamiento cuando ya lo tenemos hecho en la AP-2".

Si Fomento opta por esta alternativa, los transportistas afirman estar dispuestos a "aguantar" durante tres años las incomodidades de la N-II, aunque también reclaman que mientras tanto haya un mantenimiento "muy superior" al que tiene ahora.

En respuesta a esta reclamación, desde Fomento se remitieron este viernes a unas recientes declaraciones del ministro, Íñigo de la Serna, sobre una demanda similar con la AP-1, entre Burgos y Armiñón (Álava), cuya concesión finaliza en noviembre de este año. En este sentido, confirmó que el Gobierno no va a prorrogar las concesiones de las autopistas pero no aclaró si se liberalizarán, solo que se evaluarán fórmulas de explotación cuando reviertan.

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