Dos atrincherados en una semana en Zaragoza, igual que en 2015

Han sido varios los atrincherados en Aragón en los últimos años. Algunos han terminado con final feliz, pero otros, en cambio, han tenido un desenlace trágico. A los atrincherados de esta semana en los juzgados de La Almunia de Doña Godina y el de esta madrugada pasada en el bar de Torrero de Zaragoza se suman otros casos.

Dos encierros en una semana en 2015

José Luis Cerdán, de 73 años y vecino de Ejea de los Caballeros, se atrincheró el 15 de abril de 2015 en su casa del barrio de La Llana, tras abrir fuego con una escopeta contra el novio de su hija y un agente de la guardia civil a la altura de la gasolinera ubicada a la entrada de la localidad por la carretera A-127. Como consecuencia del disparo, el primero resultó herido grave y tuvo que ser trasladado de urgencia al Hospital Clínico de Zaragoza. El agente de la Benemérita llevaba puesto el chaleco antibalas, lo que no evitó que el impacto del proyectil le causara un importante hematoma en el hombro y daños en el oído, por lo que también fue llevado al Clínico.

Los primeros en acudir a apoyar a los guardias civiles, que se encontraban pistola en mano en el domicilio del atrincherado, fueron varios policías locales de Ejea, a los que se sumó después un amplio despliegue de los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) del cuartel de la Guardia Civil de Casetas.

El agresor se negó a entregarse y tras 13 horas encerrado en su casa fue abatido por la policía tras herir en una mano a otro agente.

Unos días después, un empresario de origen rumano de 43 años se atrincheró el 21 de abril de 2015 en una nave del parque empresarial Inbisa de Figueruelas para evitar que le cierren el negocio. Las instalaciones se rodearon por una decena de agentes de la Guardia Civil, ya que el hombre les había dicho que tenía consigo varias bombonas de gas y había amenazado con quitarse la vida. El inmigrante, vecino de Utebo, se dedicaba a la construcción, pero sufrió una lesión y decidió alquilar el almacén para montar un negocio de fabricación y distribución de quesos, en el que desde entonces había invertido más de 180.000 euros y el propietario pretendía echarle del local. El atrincherado salió de su encierro después de 17 horas en busca de un acuerdo sobre el nuevo alquiler. Una hora antes de su salida se había suspendido la ejecución del desalojo de la nave, tras el acuerdo adoptado por la comisión judicial y un representante del arrendador, el grupo Inbisa, quien aceptó paralizar la aplicación de un auto de alzamiento. A final de mayo de 2015, el fiscal retiró la acusación después de escuchar a dos guardias civiles y el juez dictó sentencia sin que el empresario prestara declaración.

Otros casos

Veinte horas con el alma en vilo en el barrio del Gancho

El 18 de agosto de 2014 sobre las 23.00 el 091 recibió la llamada de Fátima, la dueña del bar Maxi 2 de la calle de La Salina de Zaragoza, informando de que su exnovio, Luis Pedro Rocaful, de 62 años, se había encerrado en el local y estaba armado. Momentos antes, Rocaful había exhibido el revolver haciendo salir corriendo a los dos únicos clientes que a esa hora se hallaban en el local.

La propietaria intentó hacer entrar en razón al hombre, pero no lo consiguió y tuvo que recurrir a la Policía Nacional, que a partir de ese momento cortó todas las calles de alrededor y puso en marcha un gran dispositivo al que se sumaron la Policía Local y el 061.

Agentes armados se posicionaron en la puerta del bar para controlar cualquier movimiento en el interior. Mientras, el negociador se apostaba en la esquina del establecimiento que daba a la entrada de un aparcamiento, ya que desde allí podía hablar con el atrincherado a través de un ventanuco. Al interminable diálogo con Luis Pedro se sumaron tanto su expareja y dueña del bar, como varios familiares. La única petición de Rocaful fue que su expareja entrara en el local a lo que no pudo acceder la Policía y terminó suicidándose tras 20 horas de encierro. Un disparó que conmovió a toda la Comunidad.

La Policía salvó a un hombre atrincherado en una furgoneta en Las Fuentes

Un hombre de 69 años, vecino del barrio de Las Fuentes, fue rescatado el 13 de octubre de 2016 por la Policía Nacional de una furgoneta en la que se había atrincherado con dos bombonas de gas en la calle de Fray Luis Urbano. Los agentes de los Geos (Grupo de Operaciones Especiales) lograron rescatarlo con vida y sacarlo del vehículo, donde había inhalado gas procedente de una bombona de campin gas y de otra bombona también de gas butano.

El atrincherado llamó a su familia para avisarles de que iba a quitarse la vida y fueron ellos quienes alertaron a su vez al 112. Varios efectivos de la Policía Nacional, la Policía Local y los Bomberos se desplazaron hasta el lugar.

Siete horas en su casa de Santa Cruz de la Serós

Un hombre de 44 años y natural de Zaragoza se atrincheró el 19 de diciembre de 2016 en su casas de la localidad de Santa Cruz de la Serós, en la Comarca de la Jacetania, por agredir presuntamente a un vecino con una navaja en la plaza del pueblo y amenazarlo con que se la iba a clavar en la espalda. Después de herirle, se marchó a casa y se atrincheró en su vivienda, donde permaneció unas siete horas, hasta que las fuerzas de seguridad pudieron acceder con autorización judicial, ya que no hubo manera de hacerle entrar en razón. Tras la autorización del órgano judicial por parte de la Useci y la Policía Judicial de la Guardia Civil, se realizó la entrada en el domicilio en torno a las 3.00 de la madrugada, consiguiendo reducir al hombre sin que resultara herido ninguno de los intervinientes, a pesar de que se resistió activamente a la detención.