En 142 pueblos de Aragón no se registra ningún nacimiento desde hace cinco años

En más del 50% de estas localidades la falta de natalidad se remonta a hace más de una década.

Soportales de la Casa Consistorial de Berdejo.
Soportales de la Casa Consistorial de Berdejo.
Laura Uranga

“Hace años que no hay un nacimiento en el pueblo. La persona más joven que reside aquí tiene alrededor de 50 años”. Así describe Ernesto Marín, alcalde de Malanquilla, la situación de este municipio zaragozano en el que hace más de una década que no se registra ningún nacimiento. Una realidad que comparte con cerca de un centenar de municipios de Aragón. Según los datos del Instituto Aragonés de Estadística (Iaest), en 2017, un total de 82 localidades no tenían empadronados ningún menor de 10 años; una cifra que asciende hasta los 142 municipios si se comprueban los alumbramientos de los últimos 5 años.

Marín lamenta la falta de gente joven que viva en el pueblo: “Es una pena, cada vez los vecinos tiene mayor edad y la solución es muy mala. En ocho o diez años ya no quedará nada”. Esta situación se repite en varios municipios de la zona como Torrelapaja, donde también hace más de una década que no se registra ningún nacimiento, o Berdejo, sin alumbramientos en el último lustro y con solo dos si se amplía la búsqueda a diez años. En la provincia de Zaragoza, hasta 62 localidades llevan más de un lustro sin tener un nuevo bebé; mientras que en 34 de ellas este problema se traslada a hace más de una década.

“Se están proponiendo muchas medidas para paliar la despoblación, pero es algo muy complicado. La única posibilidad es que vengan 20 o 30 parejas jóvenes y que se queden en la localidad. No hay otra forma de solucionarlo”, puntualiza el alcalde de Malanquilla. La falta de oportunidades laborales en determinadas zonas y el escaso interés que suscitan entre la población más joven (que apuesta por vivir en grandes ciudades, donde hay muchos más servicios y opciones de vida), se unen a un problema endémico de la sociedad actual: la falta de natalidad.

Aragón lleva cerca de una década registrando un descenso constante en el número de partos (consecuencia de la crisis económica y del cambio en el modo de vida. Cada vez es más común que se retrase el momento de ser padres y se apueste por familias con uno o dos descendientes). Esta situación se percibe todavía con más preocupación en los núcleos rurales, donde las perspectivas de futuro son inciertas desde hace años. En la provincia de Teruel hay un total de 61 municipios donde no se produce un nacimiento desde hace un lustro; mientras que en 39 de estos casos, el problema se alarga a hace más de una década. Aguatón, Almohaja, Saldón, Tormón, Veguillas de la Sierra y Segura de Baños son algunos ejemplos. En los dos primeros, la persona con menor edad tiene, al menos, 30 años y en los cuatro restantes, el residente más joven ya ha cumplido los 25.

La provincia de Huesca es la menos afectada por la falta de natalidad y, por lo tanto, el mayor envejecimiento de la población. Según los datos publicados por el Iaest, solo 19 localidades llevan cinco años sin alumbrar nuevos vecinos; mientras que 9 de ellas llevan sin un bebé desde hace diez. De hecho, los municipios de Valle de Bardají y Yésero, con 35 y 56 habitantes respectivamente, son los que se encuentran en una peor situación. En el primero, la persona empadronada más joven tiene, al menos, 20 años; mientras que en el segundo, la edad del último vecino supera los 25.

Zaragoza, la peor situación

En la provincia de Zaragoza están los municipios más opuestos en cuanto a nacimientos se refiere: la capital aragonesa registra el mayor volumen (como resultado de que más del 50% de la población de Aragón reside allí), mientras que el vecino con menor edad de Bagüés y Los Pintanos tiene 45 años. Por su parte, en otra localidad zaragozana, Abanto, el residente más joven ya ha cumplido los 40 años.

 

Con esta situación no es de extrañar que el Gobierno de Aragón pusiera en marcha a finales del año pasado un plan con 380 medidas, cuyo objetivo era igualar las condiciones de vida y las oportunidades económicas entre los pueblos y las ciudades para frenar la despoblación. Entre las acciones prioritarias destaca la extensión de una buena cobertura de internet a todo el territorio (una propuesta también realizada por el Gobierno de España) y las medidas relacionadas con el incremento de la presencia de profesionales sanitarios en el medio rural, la telemedicina, la mejora del transporte escolar y la introducción de los medios telemáticos en la enseñanza. Hace un mes, Javier Lambán, trató estos temas con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aunque todavía no se ha concretado un plan para que las directrices estatales y autonómicas se complementen.

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