Lambán y Beamonte se la juegan por el centro

C’s no tiene prisa en designar candidato al subir en las encuestas y Podemos está pendiente de la negociación con IU.

Los candidatos de los partidos a la DGA
Lambán y Beamonte se la juegan por el centro

La carrera por la presidencia de Aragón ya ha comenzado, y con ella el proceso de elaborar listas y las tensiones en los partidos. Se notan las urgencias y las dudas. Salvo C’s, que no tiene ninguna prisa y que crece por la derecha y por la izquierda, según los sondeos, y al que para sorpresa de todos le va mejor sin definir sus cabezas de lista que evidenciando las carencias que tiene en la  Comunidad. Al fin y al cabo, C’s es el único cuya marca cotiza al alza y sus dirigentes en Aragón mantienen un plano discreto que no les expone demasiado a los vaivenes de la actualidad política.

En todo caso es evidente que en las listas estarán Susana Gaspar, la cara más visible de C’s en Aragón, y Ramiro Domínguez, el máximo cargo orgánico, así como Carlos Aparicio, coordinador del grupo parlamentario y el diputado Javier Martínez. Cuestión distinta es quién será el candidato/a a la presidencia de Aragón.

Este contexto es el que está marcando las estrategias de PSOE y PP, que con diferente suerte intentan recuperar el electorado de centro, que es al final el que definirá, por una vía u otra, la gobernabilidad en Aragón tras las elecciones de 2019, incluso si la izquierda pudiera sumar mayoría suficiente en las Cortes.

La apuesta de los socialistas está clara. El presidente de Aragón y secretario general del PSOE aragonés, Javier Lambán, parte como supuesto favorito para ser el más votado, con un discurso de contenido social avalado por el aumento de gasto en los tres presupuestos que ha logrado pactar con Podemos, CHA e IU con más facilidad de lo que se preveía a principios de legislatura.

El PSOE está asentado en Huesca, Zaragoza provincia y en menor medida en Teruel, pero tiene un grave problema en Zaragoza capital, donde un proceso de primarias con tensiones y fracturas y un candidato/a sin tirón a la alcaldía zaragozana le pasará factura en el voto autonómico. Y de eso dependen sus opciones para que Lambán repita como presidente de Aragón y no sea sobrepasado por el PP y por Ciudadanos. Un riesgo más que posible a la vista de lo que pasa en el socialismo zaragozano.

El otro frente para el PSOE es el goteo de votos que le quita C’s, aunque compensa una parte con lo que recupera de Podemos y con los que dejará IU en el camino al ir en coalición con la formación morada. No está claro que esa compensación sea suficiente para ganar en 2019.

A un año de las elecciones, el presidente del PP-Aragón, Luis María Beamonte, es el principal rival de Lambán, siempre y cuando logre contener la fuga de votos hacia C’s, que es menos sangrante que en el conjunto del Estado, pero mayor de lo que se preveía.

Beamonte tiene a su favor la implantación territorial de su partido frente a C’s para minimizar la pérdida de electores hacia el centro y que los candidatos a las alcaldías de Zaragoza y de Teruel, Jorge Azcón y Emma Buj, respectivamente, aguantan el tirón de Ciudadanos mejor que los del resto de las localidades de la Comunidad Autónoma con mayor número de habitantes.

Hay otros factores en los que confían los populares para mejorar: el voto oculto y una recuperación del partido a nivel nacional. El PP-Aragón suele remontar conforme se acerca la cita electoral y C’s cede espacios, pero no es una regla fija. Sobre todo porque en Huesca y en Teruel, los populares no tienen nuevos liderazgos consolidados, salvo los de José Antonio Lagüéns, alcalde de Graus, y de la alcaldesa de la capital turolense, Emma Buj.

Pese a los vaivenes y la fragmentación política con la entrada de C’s y Podemos en el escenario aragonés, el espacio decisivo seguirá siendo el de centro, tanto para la derecha como para la izquierda. Ese es el campo de batalla de PSOE y de PP, en el que intentarán recuperar los electores que se han ido al partido de Rivera. En ese mismo espacio se mueve también el PAR, cuya lista estará encabezada por Arturo Aliaga, que intentará poner en valor la cuestión territorial. Los aragonesistas tienen complicado repetir los resultados de hace cuatro años, porque entre C’s y el PP le van minando el terreno, incluso en sus feudos tradicionales. Una de las razones es que la crisis abierta por el independentismo incide directamente en los partidos autonomistas.

Una situación similar afecta de lleno a CHA, cuyo líder, José Luis Soro, es el político mejor valorado de Aragón. Por contra, el equilibrio que ha aportado en esta legislatura, tanto en el Gobierno de Aragón como en el Ayuntamiento de Zaragoza, no le garantiza mejorar su presencia y su papel clave en el ámbito institucional.

Entre otras razones porque las caóticas idas y venidas de Podemos, IU y las confluencias han relegado el debate sobre la gestión y los avances en políticas sociales a la confrontación y a la pugna entre los propios partidos de la izquierda.

De hecho, el problema entre Podemos e IU es de calado. Hasta el punto de estar en el aire la presencia de Nacho Escartín como cabeza de Unidos Podemos, para la que también suena Violeta Barba (en la pugna por liderar la lista), y el encaje en puestos de salida entre diputados podemistas como Maru Díaz, Román Sierra o Erika Sanz y dirigentes de IU como la parlamentaria Patricia Luquin, Álvaro Sanz y Jorge Sanz.

La confrontación es más tensa porque un sector de IU no quiere ceder hueco a Podemos en las confluencias, o en todo caso dejarles puestos poco relevantes, en los municipios donde lidera estas listas, como Zaragoza, Utebo, Huesca, Andorra o Alcañiz por citar algunos ejemplos, pese que a nivel autonómico los resultados de IU están muy lejos de los que puede alcanzar Podemos.

Y como le sucede a los socialistas, los podemistas, y en el fondo también IU, tienen una delicada situación en Zaragoza capital, porque ese sector de IU que controla ZEC y va por libre (Cubero, Muñoz e Híjar, entre otros) quiere copar todos los puestos detrás de los comunes Pedro Santisteve y Luisa Broto y dejar a Podemos en lugares con escasas opciones. Eso está condicionando incluso el proceso de primarias para las autonómicas y tensando la cuerda entre Nacho Escartín y Violeta Barba y entre Podemos, IU y ZEC.

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