Más de 27.000 menores van a campamentos, con un precio mínimo de 140 euros semanales

El Gobierno de Aragón ha endurecido los requisitos para poner en marcha estas actividades de tiempo libre.

Uno de los campamentos del centro de Griébal.
Uno de los campamentos del centro de Griébal.
HERALDO

Conciliar la vida familiar con la laboral no es una tarea sencilla y mucho menos económica. Un problema que aumenta en verano cuando los menores tienen cerca de tres meses de vacaciones mientras que sus progenitores como máximo pueden tener uno (aunque en muchos casos son tres o dos semanas, puesto que el resto se reparte a lo largo del año). Con esta situación no es de extrañar que, según los datos facilitados por el Gobierno de Aragón, más de 27.000 menores acudan a campamentos o colonias a lo largo de la época estival. El año pasado se programaron hasta 446 actividades de este estilo: 317 en Huesca, 68 en Zaragoza y 61 en Teruel. Todas ellas incluyen pernoctaciones fuera del hogar, por lo que, además, otros tantos miles de menores son inscritos en cursos o colonias urbanas durante las horas que sus padres están en su jornada laboral.

Las opciones son variadas y como mínimo parten de los 140 euros semanales en los campamentos o las colonias con pernoctación. Tras una exhaustiva búsqueda se puede comprobar que las actividades organizadas por los grupos scouts son unas de las opciones más económicas. El grupo scout Nyeri 12 ofrece 15 días de vacaciones (del 1 al 15 de agosto) por 250 euros en Oto (Huesca); una cuantía que desciende hasta los 145 euros para los niños de 6 a 8 años que solo quieran estar una semana. Otras posibilidades asequibles son los campamentos organizados por la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ). Aunque todavía no se han hecho públicos los precios de este año, sí que han confirmado que se mantiene la subvención de 252 euros por plaza. Con esta misma premisa, el año pasado cada familia tuvo que pagar 148 euros (10 días) por menor. 

El resto de campamentos suelen tener unas tarifas más elevadas. El campus de Alcalá de la Selva ofrece diferentes opciones: desde 180 euros por cuatro días de campamento (entre el 19 y el 22 de julio) y hasta 445 por cada uno de los tres turnos de diez días en julio. La asociación Alcorisa 3 en Raya vuelve a apostar por los campamentos temáticos. El de baile y el de repostería tienen un coste de 337,50 euros por semana, mientras que el de robótica asciende a los 409,50.

La escuela Infolang organiza campus de una semana en los que se hablará de manera constante en inglés o francés (el primer turno –del 30 de junio al 7 de julio- es en francés, mientras que el segundo -del 7 al 14 de julio- es en inglés). Está dirigido a menores de entre 7 y 16 años y tienen un coste de 375 euros. De este modo se puede observar que el precio medio de un campamento oscila entre 350 y 410 euros por una semana. Sin embargo, existen situaciones especiales en las que se apuesta por una oferta muy concreta y temática, lo que provoca que el coste se eleve. De este modo, Pirineo Ecuestre organiza un año más su campamento de hípica e inglés (con 22 y 12 horas respectivamente) para menores de 8 a 18 años. Según su página web, el coste por una semana asciende a 1.160 euros.

No apto para todas las economías

Estas opciones no están al alcance de todas las familias aragonesas tanto por sus ingresos como por el número de hijos que tengan. No es lo mismo gastarse 300 euros en una o dos semanas de campamento, que 600  o incluso 900 (si se tienen dos o tres descendientes). Por ello, un volumen importante de padres apuestan por las colonias urbanas, cuyo coste es ligeramente más reducido. “Nuestra reivindicación sigue siendo la misma: es necesario que el Gobierno de Aragón vuelva a subvencionar la apertura de colegios en verano (colonias urbanas) para realizar actividades que permitan la conciliación”, recalcan desde Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública de Aragón (Fapar).

El departamento de Educación, Cultura y Deporte puso en marcha hace más de una década el programa 'Abierto por Vacaciones', que permitía a las familias conciliar su vida familiar y laboral sin necesidad de hacer un gasto excesivo. La DGA daba una subvención para que todas las familias pudieran llevar a sus hijos al colegio en verano, además, había un sistema de becas para los alumnos con menos recursos. Ahora ya no hay subvención y son los centros escolares y las empresas gestoras los que intentan que los precios sean lo más ajustados posible. Solo los niños que han tenido beca de comedor durante el curso pueden seguir disfrutándola en estos colegios a lo largo del verano. Esta es la única ayuda que existe en estos momentos. Como consecuencia, cada año hay menos colegios interesados en abrir en esta época del año; al igual que ha descendido el número de familias que apuestan por esta opción.

Una de las colonias urbanas más económicas y dirigidas a todo tipo de familias es Zaragalla, que está gestionada por el Ayuntamiento de Zaragoza. El precio varía entre los 6 y los 100 euros por semana, dependiendo de si se opta por el servicio de comedor o no y los ingresos de las familias. Las unidades de convivencia con unos ingresos mensuales menores a 225 euros por miembro pagarán 6 euros semanales por el servicio (de 7.30 a 13.30) y 10 si se apuntan al comedor. El máximo (60 y 100 euros, dependiendo del comedor) se debe abonar si los ingresos mensuales superan los 895 euros por miembro. En este caso, como en los campamentos, existen múltiples precios y opciones.

Mayor control de los campamentos

Este año se ha aprobado una nueva normativa que regula este tipo de actividades, en concreto, aquellas que incluyen pernoctación. Una de las principales novedades es que el anterior decreto (que databa del año 1997) solo recogía dos tipos de campamentos: acampadas juveniles y colonias. Por el contrario, ahora distingue entre acampada (alojamiento al aire libre, que se realiza en tiendas de campaña u otros medios móviles), colonia (se alojan en edificaciones o instalaciones fijas como albergues o granjas escuelas), campo de trabajo (actividad cuya finalidad es la colaboración juvenil en trabajos cívicos o solidarios; independientemente del tipo de alojamiento) y actividades de aventura (que requieren materiales técnicos especializados y una cualificación para su correcto desarrollo).

¿Qué otros cambios ha habido? A partir de ahora deberá de haber un monitor por cada 10 menores (en vez de 12) y, al menos, el 75% de los miembros del equipo tendrán que disponer de las titulaciones pertinentes (antes era el 50%). Además, se han modificado las exigencias para el personal y se han creado nuevas figuras: responsable de primeros auxilios y de seguridad. El lugar para su realización estará marcado por el reglamento general de acampadas; mientras que el Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) creará un registro con las zonas que reunen las condiciones necesarias. Por su parte, los organizadores deberán tener un seguro de responsabilidad civil y otro de accidentes (el anterior decreto no contemplaba este último). Los nuevos requisitos sanitarios y la obligación de disponer de un plan de emergencia completan las novedades.

Todas estas cuestiones se tienen que notificar al Gobierno de Aragón con, al menos, 20 días de antelación. Debido a esta cuestión, todavía es pronto para saber qué efectos está teniendo su puesta en marcha en los campamentos o colonias que se van a llevar a cabo en la comunidad aragonesa. De momento, hasta finales de este mes, el IAJ ha puesto en marcha una asesoría para informar a las empresas y entidades de los nuevos requisitos.

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