Familias monoparentales: "Ya era hora de que empezáramos a estar en la agenda de los gobiernos, pero aún falta mucho"

Las familias monoparentales aplauden las medidas anunciadas por la DGA y por Madrid, aunque reclaman que lleguen a todas

Inauguración el pasado lunes de la nueva sede de Amasol en Zaragoza
Inauguración el pasado lunes de la nueva sede de Amasol en Zaragoza
Guillermo Mestre.

Cada vez son más y están cobrando mayor visibilidad, pero aún queda mucho por hacer. Las familias monoparentales, que en Aragón ya superan las 51.000, se muestran esperanzadas ante las distintas iniciativas dirigidas a este colectivo que acaban de anunciar tanto el Gobierno autonómico como el central. En todo caso, dejan claro que deben darse más pasos para paliar las distintas problemáticas que les afectan, y que tienen más riesgo de intensificarse en los hogares con un solo progenitor, que en el 80% de los casos es una mujer.

El secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad, el aragonés Mario Garcés, anunció el jueves que el Ejecutivo de Rajoy ya tiene redactado un proyecto de ley específico donde se reconoce la condición de familia numerosa a las monoparentales con más de un hijo a cargo. Esta medida supondrá que puedan acogerse a los mismos beneficios fiscales, reducciones y bonificaciones que los hogares numerosos. Pero para la Asociación de Madres Solas, Amasol, que aglutina a 678 familias aragonesas, se queda muy corta porque "deja fuera a las que tienen un hijo, que son la mayor parte", señala Vanessa Bergasa, responsable de área social de esta entidad.

Precisamente ayer, la presidenta de Amasol, Patricia Durán, participó en Madrid en la reunión de la Red Estatal de Entidades Familias Monoparentales para reivindicar una ley estatal específica y elaborar un primer borrador. Aunque fiscalmente piden que se les homologue a las numerosas, en otros temas, como la vivienda, sus necesidades son distintas.

Actualmente, hay deducciones en el IRPF para aquellas familias monoparentales con al menos dos hijos y siempre que no se haya fijado una pensión por alimentos, "que puede ser solo de 30 euros y que además ni siquiera se pague", explica Bergasa. Limitaciones similares se encuentran a la hora de sumar puntos para escolarizar a sus hijos en un determinado centro o de pedir becas de comedor. En Amasol asumen que "la monoparentalidad es muy diversa y es complicado recoger toda la casuística", pero exigen que las administraciones hagan un esfuerzo para visibilizarlas.

Precisamente, el Departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales de la DGA ha encargado un estudio, que Amasol espera que se presente este mes, para abordar los problemas a los que se enfrentan estas familias y contemplar los distintos tipos de monoparentalidad. "Estamos contentas porque están contando con nosotras y se ve que tienen voluntad, mientras que a nivel estatal está costando mucho", resalta la representante de Amasol, que detalla que cuando esté el informe, habrá una ronda de encuentros con las consejerías implicadas de una u otra forma, como Sanidad, Educación, Vivienda...

Erradicar el "estigma"

Y para noviembre, la previsión es que se lance por fin el carné de familia monoparental, que ya funciona en otras comunidades. Con él podrán acreditar su situación y beneficiarse de ventajas y descuentos similares a los de las familias numerosas, algo que Amasol lleva pidiendo "prácticamente desde su creación, hace 20 años", recordó Vanessa Bergasa. En este sentido, criticó que ahora deben dar todo tipo de explicaciones para determinados trámites y aportar abundante documentación, lo que en muchos casos "atenta contra la dignidad y contra derechos constitucionales como la intimidad". Puso como ejemplo los convenios reguladores fijados por un juez, en el que figura si la madre ha sido víctima de violencia de género, si sus hijos necesitan ir al psicólogo...

Por eso reclaman una tarjeta que, además de suponerles un ahorro de dinero, contribuya a erradicar el "estigma" en torno a este modelo de familia, que, por otra parte, tiende a acumular factores de exclusión social que hacen que los índices de vulnerabilidad y pobreza infantil se disparen. Si en la familia tradicional la media es de un 25% en esta situación, en las monoparentales el riesgo llega al 54%, lo que se traduce en problemas nutricionales, psicológicos, escolares, etc. En Aragón, una de cada tres madres solas está desempleada y las que viven en el medio rural, recuerda, Amasol, aún lo tienen peor.

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