Más del 5% de los aragoneses aseguran que dejan de tomar su medicación al no poder pagarla

Esta es la cifra más elevada desde que en 2013 esta cuestión se incluyó en el barómetro sanitario.

Un grupo de medicamentos prescritos habitualmente para curar los catarros.
Un grupo de medicamentos prescritos habitualmente para curar los catarros.
Oliver Duch

Las dificultades económicas todavía son una constante en muchas familias de Aragón, provocando que algunas de ellas no puedan pagarse los medicamentos que le ha prescrito su médico. Según el último Barómetro Sanitario (publicado este martes), el 5,7% de los aragoneses no pueden pagar los fármacos recetados. Teniendo en cuenta que la encuesta se realizó entre 220 personas mayores de 18 años (y por lo tanto no es estadísticamente representativa) y hay cerca de 1.089.000 residentes con esta edad, se podría extrapolar que más de 62.000 aragoneses se encontrarían en esta situación.

Esta cifra es la más elevada desde que esta cuestión se incluyó en el Barómetro Sanitario de 2013. En aquel momento, el 2,98% de los aragoneses aseguraron que no podían adquirir los medicamentos necesarios debido a los problemas económicos. En 2014 se registró otro de los datos más elevados: un 5,6%; y en la actualidad esta situación es mucho más frecuente en Aragón que en el resto del país (4,7%).

Parte de esta cuestión puede derivar del sistema de copago, que se instauró en 2012. No obstante, desde el Colegio de Médicos de Zaragoza recuerdan que existen diferentes coberturas para evitar que alguien no pueda tomar una medicación vital por tener escasos recursos. Ejemplo de ello es que actualmente los parados que han perdido su derecho a subsidio y los perceptores de rentas de integración social no deben de pagar nada. Además, recuerda que algunos de los medicamentos más caros cuentan con una protección especial, por lo que se consiguen a un precio bastante económico.

Por el contrario, sí que reconocen que existen fármacos, no vitales, que incluso pueden estar fuera de la cobertura del sistema sanitario. "En estas situaciones sí que puede ser más frecuente que les receten un medicamento y que no puedan adquirirlo por su situación económica", puntualiza Concha Ferrer, presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza.

Con el sistema actual, los pensionistas deben abonar el 10% de sus medicamentos con un tope que depende de sus ingresos: aquellos que perciben menos de 18.000 euros, desembolsan hasta 8,23 euros (237.689 aragoneses, según los datos facilitados por el Gobierno de Aragón) y los que tienen una pensión de entre 18.000 y 100.000 euros abonan hasta 18,52 euros (97.458). Por su parte, aquellos que cobran más de 100.000 euros tienen que pagar el 60% de sus fármacos hasta un máximo de 61,75 (1.614). Las pensionistas con retribuciones no contributivas no pagan.

Los trabajadores en activo también tienen un porcentaje diferente que varía según sus ingresos anuales: si su renta es inferior a 18.000 euros, tienen que costear el 40% del valor de los medicamentos; esta cifra aumenta hasta el 50% si el salario que se percibe se sitúa entre 18.000 y 100.000 euros y el 60% si está por encima de los 100.000.

Según el barómetro, solo el 31,4% de los aragoneses están de acuerdo con esta organización. Por el contrario, el 42,4% consideran que se deberían contemplar más tramos para que las aportaciones sean adecuadas al nivel de renta de los pacientes, puesto que de los 18.000 euros anuales a los 100.00 existe una diferencia considerable.

De hecho, el año pasado, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, aseguró que se iba a estudiar una posible reforma, centrándose especialmente en un aumento de las cuotas para rentas superiores a 18.000 euros. Desde entonces no se ha producido ningún cambio. En el Barómetro también hay quien (más del 30% de los encuestados) apuesta por volver al sistema anterior, en el que los pensionistas no pagaban por sus medicamentos y el resto de residentes sí.

Envases sin usar en casa

Otro de los aspectos más llamativos de la sociedad aragonesa es que una cuarta parte de los encuestados aseguran que guardan en casa envases enteros de medicamentos (la cifra más elevada de todo el país). De entre ellos, la mitad corresponden a fármacos que se han comprado por adelantado para evitar quedarse sin la medicación necesaria; sin embargo, un 30% son fármacos que no han usado debido a un cambio el tratamiento y otro 25% corresponde a medicinas que decidieron voluntariamente no tomar.

Desde el Colegio de Médicos de Zaragoza subrayan que existen pacientes reacios a seguir un tratamiento, pero "son casos puntuales". "Por el contrario, es menos extraño que personas polimedicadas se olviden de tomar algunas dosis y, por ello, aglutinen envases en sus casas. "Esto es un inconveniente grave. Se está trabajando para que el efecto de los fármacos sea cada vez más largo, evitando que se tengan que tomar varias veces al día. De este modo, se previenen estos problemas de adherencia", puntualiza Ferrer.

En cuanto al volumen de medicamentos, un 58% aseguran que tienen menos de cinco cajas; mientras que un 30% todavía conservan entre 5 y 10 y un 1% hasta 20. La sociedad aragonesa vuelve a despuntar por tener un mayor volumen de fármacos en casa por cada uno de los entrevistados. Si se conservan en una vivienda muchos envases y caducan, Ferrer recuerda que no se pueden tomar, "puesto que sus efectos varían o desaparecen". Por ello, lo más importante es llevarlos a las farmacias para que ellos los destruyan. "No se pueden tirar al contenedor ni a la basura", recalca.

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