Las cubiertas, terrazas y el cimborrio de la catedral de Tarazona ya son visitables

A partir de ahora, quienes visiten la catedral de Santa María de la Huerta, en Tarazona, podrán acceder también a las cubiertas, la terraza y el cimborrio. Estas zonas no eran accesibles hasta la fecha y se han abierto al público tras una serie de actuaciones que pretenden aumentar el flujo de visitantes.

Se trata, según han explicado desde el cabildo y la Fundación Tarazona Monumental (FTM) de ofrecer nuevos atractivos y descubrir secretos como aliciente para vecinos y turistas. Para ello, ha hecho falta una inversión de 33.000 euros para acometer ciertas mejoras y hacer accesible el nuevo espacio visitable.

Las obras han consistido en la mejora de la escalera de caracol de acceso a las falsas, así como en la salida a la azotea del cimborrio y a la cumbrera de la nave central. También se han colocado barandillas quitamiedos, para dotar de mayor seguridad a la falsa de los cruceros.

Con las obras ya finalizadas, el FTM, entidad que gestiona actualmente el servicio de visitas de la catedral, amplía su oferta turística. Según han explicado, el nuevo espacio visitable podrá conocerse en pases guiados de 20 minutos de duración. Será de forma programada y para grupos reducidos.

Como para el resto del templo, la visita a las cubiertas, terrazas y cimborrio debe realizarse previa reserva y tiene un coste de 3 euros. El grupo partirá desde la antisacristía de la seo y, sin entrar a la catedral, tomará las escaleras del archivo para llegar hasta la azotea de la girola.

Más de 43.700 visitantes en 2017

La catedral de Santa María de la Huerta es uno de los principales atractivos turísticos de Tarazona. En 2017, un total de 43.750 personas la escogieron como parte de sus itinerarios. Una cifra que la FTM pretende aumentar año a año dotando de mayor atractivo al templo.

Y con ese objetivo se impulsan acciones como la de la apertura de nuevos espacios para su visita. “Para incrementar su atractivo y seguir dentro de ese patrón de consumo hay que saber adaptarse a las tendencias de mercado, ofrecer algo nuevo, y sobre todo que el público pueda participar de ello viviendo una experiencia única”, ha explicado Julio Zaldívar, gerente de la Fundación.

Por su parte, el deán del cabildo, José Manuel Cerralbo, se ha mostrado satisfecho con el resultado de estas obras, destacando que “la seguridad es fundamental en este nuevo servicio”.

La totalidad de las obras han sido financiadas por el Gobierno de Aragón, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural, que impulsa así un proyecto que la FTM inició hace tres años y que hoy se suma a la oferta turística de Tarazona.