"Si estás un par de años trabajando es raro que lo pases mal"

Stoica Toma Severica llegó de Rumanía hace una década y vive con su familia en la almunia desde 2015.

Stoica Toma Severica, este pasado jueves, en la finca de La Almunia en la que trabaja
Stoica Toma Severica, este pasado jueves, en la finca de La Almunia en la que trabaja
Macipe.

Camino de cumplir 10 años en Aragón, Stoica Toma Severica estos días trabaja aclarando frutales, principalmente nectarinas y albaricoques. En su caso, reconocer no haber tenido problemas desde que llegó a España, pero sí asume que "si llegas y no conoces a nadie puedes llegar a pasarlo mal".

Con la tarde ya avanzada, a escasos dos kilómetros de La Almunia, y tijera en mano, un grupo de unos 10 trabajadores avanza de forma constante por las hileras de nectarinas aclarando los frutales; es decir, descargando de piezas a los árboles para que las que queden sean de mayor tamaño. Todavía no ha llegado la temporada alta de trabajo. "Trabajo aquí durante todo el año, en la recogida, machacando, sulfatando, podando, aclarando. Para todo lo que haga falta", explica Stoica Toma Severica, de 38 años.

En su caso, lleva casi una década –la cumplirá en octubre– trabajando en España. "En 2008 llegué a Alfamén desde Rumanía, y en 2015 me viene a vivir a La Almunia", apunta. Hace vida normal, junto a su mujer y a su hija, en la localidad durante todo el año, y su jornada laboral es de 40 horas semanales. Su vivienda es de alquiler porque "no da para comprar".

Tras una década entre el campo de Cariñena y Valdejalón, asegura que nunca ha tenido ningún problema de condiciones laborales. En cuanto a las dificultades que plantea llegar a un lugar nuevo, indica que "si estás un par de años trabajando, ganando un sueldo al mes, es raro que lo pases mal". Reconoce también que si llegas sin conocer a nadie que te ayude "claro que puedes llegar a pasarlo mal".

En la cuadrilla también está Martin Iuliu, originario de una localidad a 50 kilómetros de la ciudad rumana de Cluj-Napoca. "Trabajé como mecánico durante 23 años en la misma empresa y vine como soldador, con contrato de trabajo de un año, a una fábrica de Ricla en 2006", cuenta. Pero llegó 2008 y el inició de la crisis se llevó por delante su puesto, la empresa cerró y en 2009 empezó en el campo. "No había trabajado nunca en el campo, primero se hace difícil y después cada año es más fácil", relata este trabajador.

Para Vicente López, responsable de fruta de UAGA y comercial de ventas en Frutalmunia, "el tema de la mano de obra en la agricultura está un poco mitificado". "Al trabajador que se sienta maltratado o que le pagan por debajo del convenio tiene que denunciarlo"explica. Es así como se ayuda "al resto de trabajadores y al sector". "La inmensa mayoría hacemos las cosas bien, mientras que una minoría se aprovecha de una competencia desleal", afirma.

En su empresa, cuando a mediados de mayo se alcance la temporada alta de trabajo, a las 30 personas que emplea se sumarán cerca de 140. Para la campaña, disponen de cuatro ‘bungalows’, tres de ellos de habitaciones y un bloque de servicios, con otro para cocina y zona de estar.

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