El 'boom' de los minipisos

Vivir solo, de alquiler y en un minipiso. Hace unos años esta situación podría considerarse ‘el último recurso’ o una solución rápida temporal para una persona que acababa de mudarse a la ciudad. Pero la realidad es que los años de crisis económica han modificado la forma de ver las cosas en muchos aspectos. Y los criterios para elegir un piso en el que instalarse es uno de ellos.

Según confirman desde el estudio zaragozano P&B Goya Interiorismo, los clientes que recurren a ellos ya no piensan en reformar o amueblar el pisos de sus vidas. Todo se concibe de forma más temporal, nada se da por seguro y es probable que las circunstancias (laborales, familiares) cambien y queramos cambiar de ciudad, de barrio, de piso o simplemente de distribución del mismo que ocupamos.

Según la última encuesta continua de hogares publicada por el Instituto Nacional de Estadística, el número de hogares aragoneses que viven en pisos de menos de 46 metros cuadrados se ha incrementado un 52% en los últimos dos años hasta superar la cifra de los 16.000. También han aumentado las viviendas de entre 46 y 75 metros cuadrados. Desde 2015 el número de hogares que ocupan pisos o casas de estas dimensiones se ha incrementado más de un 22%. Y no se trata de que haya aumentado, en general, el número de hogares en Aragón, sino todo lo contrario. Y es que al mismo tiempo han caído de forma importante los que ocupan viviendas de entre 76 y 105 metros cuadrados de superficie útil (en torno a 43.700 menos en dos años) y de entre 106 y 150 metros cuadrados (9.500 hogares menos).

Pero claro, la misma encuesta revela que año tras año, desde el año 2013, ha ido creciendo el número de hogares unipersonales. Es decir, de personas que viven solas, mientras caen los integrados por parejas sin hijos. Eso sí, los de parejas con hijos se mantienen estables en el último lustro.

Conviene destacar que más del 64% de los hogares de más de 150 metros cuadrados ya son propiedad de sus inquilinos. Es decir, están totalmente pagados o provienen de herencias o donaciones. Por el contrario, de entre las de 46 y 75 metros cuadrados solo están terminadas de pagar el 46% , porcentaje que cae todavía más con las viviendas más pequeñas. En las de menos de 46 metros cuadrados el 47,5% de sus inquilinos viven de alquiler y solo el 10% están en proceso de compra. El 36% restante están terminadas de pagar.

Fuera tabiques

Junto con el tamaño de los pisos y la tendencia al alza del alquiler, ha cambiado también la forma en la que distribuimos las estancias. Eloy Velázquez, socio de P&B Goya Interiorismo -estudio con 15 años de experiencia a sus espaldas- confirma que ahora sus clientes, aunque siguen siendo de “clase media alta” buscan estancias cada vez más grandes aunque sea en pisos más pequeños y a base de renunciar a un buen número de habitaciones. “Se tiende a eliminar todos los tabiques posibles y se da cada vez menos importancia a los dormitorios”.

El tipo de vivienda de salón, comedor, sala de estar y cocina independientes está “totalmente anticuado” según explica Velázquez, dado que ahora se busca “simplicidad y comodidad” y se ha perdido, en cierta medida, el pudor: “Ya no hace falta un pasillo que diferencie claramente la zona apta para visitas de la zona íntima. Ahora que hay menos pudor y eso se considera una pérdida de espacio. Incluso se prefiere prescindir de la típica ‘habitación de invitados’ y si viene alguien se queda en el salón”.

La misma mentalidad se percibe a la hora de elegir el mobiliario. Antes, según Velázquez, el cliente buscaba muebles que le fuesen a acompañar toda la vida. Ahora se busca más el corto plazo: “La gente es mucho más consciente de que quizás mañana va a cambiar de ciudad de trabajo o de vivienda. O simplemente de decoración. Es todo mucho más temporal, tanto la decoración como las propias viviendas”.