Para algunos 10 años han pasado en un abrir y cerrar de ojos. Mientras que para otros significan toda una vida. Lo cierto es que la Expo 2008 queda ya lejos –al menos cronológicamente– del momento actual. Sin embargo, sus vestigios continúan presentes en Zaragoza, deseando volver a albergar la vida que tuvieron hace una década. Tras seis meses de hibernación, el Pabellón Puente ha abierto este martes, 1 de mayo, sus puertas, como es tradición en los últimos años, y permanecerá transitable durante el periodo estival.

Rosa Bartolomé y Andoni Población intentaban –en un alarde de imaginación– visualizar el gentío y el dinamismo que despertó la Exposición Internacional mientras caminaban por el edificio horizontal. Al mismo tiempo que le explicaban a su hijo que debajo de sus pies estaba el río Ebro. Estos turistas, residentes en la capital de España, han elegido el puente del primero de mayo de la comunidad madrileña para visitar Zaragoza. Este martes por la mañana era el turno de descubrir las joyas arquitectónicas que dejó el evento. "No sabíamos que abría hoy, hemos tenido suerte de pasar", ha comentado Población, quien ha definido la obra de la famosa arquitecta Zaha Hadid como "majestuosa" y con una "robustez" muy característica. La familia ha aprovechado también para transitar por la muestra, que no visitaron en su momento de mayor esplendor. "Son edificios bonitos, con mucho dinero invertido, pero están vacíos", han añadido.

Numerosos turistas y locales han recorrido los 270 metros de longitud de este puente que une el barrio de La Almozara con las construcciones que situaron a Zaragoza en el mapa internacional. Precisamente, de ese mismo barrio es Jaime Miravete, un jubilado que nunca pierde la oportunidad de atravesar la obra. "Paso muchos días por aquí y he visto todas las exposiciones que hacen, son muy interesantes", ha afirmado Miravete. Sin embargo, ha denunciado el estado del edificio: "La Expo estuvo bien, pero se gastaron el dinero a la ligera. No le han dado utilidad", ha concretado. En esa misma línea, la joven zaragozana Nerea Martín ha apuntado que si se rehabilitara "iría más gente".

A pesar de que el acceso está restringido para bicicletas, patines e incluso amigos de cuatro patas, más de uno ha desobedecido la norma. Todos atraídos por la profundidad del edificio, que invita a hacer fotografías con un punto de fuga difícil de encontrar en otra parte de la ciudad. Luis Royo, que paseaba por la zona disfrutando del martes festivo con sabor a domingo, se ha sorprendido al encontrarse abierto el paso. En su caso, recuerda la Expo con nostalgia y mucha vida: "Había mucha gente siempre". No obstante, sus acompañantes no podían rememorar lo vivido una década atrás. "Mi hijo estaba recién nacido y la pequeña tardó unos años más", ha declarado Royo.

Sin visitas guiadas, por ahora

Con un mal sabor se han quedado los miembros de Legado Expo, que esperaban con ganas la apertura de este pabellón. La Asociación ha lamentado que "solo estuviera abierto el paso peatonal", y ha denunciado que continúan "los mismos desperfectos que ya estaban en el momento de su cierre en 2017". "Hemos detectado más de una veintena de desperfectos y elementos deteriorados. Grietas en la paredes, desconchones, cristales de iluminación, grafitis y ausencia de elementos de iluminación exterior, así como un enorme grado de suciedad, entre otros", han especificado. Por esta razón, la Asociación ha informado de que no se harán visitas guiadas al Pabellón Puente mientras la situación no mejore.