Más de 2.000 personas han redescubierto el monasterio de Rueda a lo largo de tres meses

Los visitantes más numerosos son los propios aragoneses, seguidos de los catalanes. La DGA mantendrá la visitas guiadas este verano.

La noria, con sus 16 metros de diámetro, es la joya del complejo y la que da nombre al monumento
La noria, con sus 16 metros de diámetro, es la joya del complejo y la que da nombre al monumento
Raquel Labodía.

El monasterio cisterciense de Rueda (Sástago) volvió a la vida el pasado 27 de enero tras dos años cerrado por problemas con la empresa adjudicataria que gestionaba la hospedería que en su día funcionó en el complejo. Desde entonces, más de 2.000 personas han redescubierto este referente patrimonial y turístico de la Comunidad a través de las visitas guiadas promovidas por el Gobierno aragonés durante las que se pueden conocer nuevos espacios como la torre mudéjar o el sobreclaustro.

Hasta el pasado fin de semana se habían registrado exactamente 2.091 visitantes, según datos facilitados por el Departamento de Vertebración del Territorio. Este último sábado se colgó el cartel de completo y tras este puente del 1º de Mayo se sumarán varias decenas más de turistas a esta cifra.

"Es un dato de afluencia que esperábamos. No está mal teniendo en cuenta que la gente acude exprofeso y en el entorno más cercano no hay otro atractivo que tenga un gran tirón", valoró el gerente de Turismo de Aragón, Jorge Marqueta. Los aragoneses son los que más se acercan, seguidos de los catalanes. En sus mejores momentos, cuando funcionaba la hospedería, por Rueda llegaron a pasar 30.000 personas.

Hay que tener en cuenta que actualmente el lugar se puede recorrer los viernes, sábados y domingos, además de los festivos (el precio es de 3 o 5 euros). Será durante el verano, del 1 de julio al 31 de agosto, cuando se amplíen los horarios a toda la semana.

Marqueta señaló que la idea es mantener también durante el periodo estival las visitas guiadas. "Lo más cómodo sería que la gente pudiera pasear por él a su aire, pero yo creo que con el patrimonio hay que ser especialmente cuidadosos. Los recorridos con un guía son también la mejor tutela para garantizar que se hace un buen uso de este bien", explicó.

De momento, las personas que vayan a Rueda no van a poder disfrutar del placer de tomar un café o un refresco cómodamente en una de sus dependencias, aunque sí hay máquinas expendedoras. El bar que abría al público está afecto a la hospedería que dejó de prestar servicio en diciembre de 2015. El tema está en los juzgados y ya se ha celebrado una vista sobre la indemnización por daños y perjuicios que la DGA reclama a la concesionaria del alojamiento, la empresa Manzana Plus. Hay que esperar la resolución.

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