10 consejos para evitar sustos con las maletas

Nadie puede garantizar que nuestras maletas acaben perdidas en el lío de los aeropuertos o, peor aún, que se las lleve algún amigo de lo ajeno, pero tomar algunas medidas puede evitar la sustracción o minimizar los daños si nos desaparecen. Estos 10 consejos os serán siempre útiles:

1.- Lúcete... pero no con la maleta. Los dicen todos los expertos: una maleta poco llamativa, o directamente fea, es mejor para evitar tentaciones. Si llevas el ferrari de las maletas todos pensarán que dentro hay cosas de valor y aumenta el riesgo de sustracciones. 2.- Bien identificada. No hay que andarse con tonterías, para que nadie se confunda y coja tu maleta por error en la cinta de los equipajes, ponle algo llamativo y singular con lo que no haya lugar a equívocos. Adhesivos o pañuelos con colores llamativos, o incluso fluorescentes, harán que nadie se confunda. 3.- Candados de cámara acorazada. Lo mismo cabe decir de poner un candado enorme, complicado o con más números que una cámara acorazada de banco. Hará que todos se pregunten qué guardas ahí dentro. 4.- Un mensaje simpático. Si se pierde tu maleta, gánate la simpatía de quien la encuentre con un mensaje que toque la fibra sensible para que empatice contigo y se tome la molestia de avisar de que ha encontrado tu equipaje. La foto de tu perro con la frase “él no lo haría” puede funcionar, pero por si alguien no lo entiende, mejor no arriesgarnos y dejar un “haz lo correcto”. 5.- Asegúrate de todo. Aunque pueda levantar las suspicacias de quien nos está haciendo el ‘cheking’, comprueba que el número del adhesivo identificador de tu maleta coincide con el que han pegado en tu tarjeta de embarque. Para evitar malas caras, hazlo con una sonrisa. 6.- Mejor por partida doble. Por muchas precauciones que tomemos, nadie puede asegurar que nuestra maleta no acabará perdida, lejos de nosotros. Para no vernos en nuestro destino con las manos vacías, lleva una muda de ropa y los productos de aseo básicos, por lo menos tendrás resuelto el primer día, hasta que recuperes tu equipaje o puedas comprarte algo. 7.- Nadie cocina como tu madre. Haz llegado a tu destino y tu maleta ha llegado contigo. No la líes por haberte llevado el jamón o las croquetas de casa. Muchos países no permiten entrar comida y te puedes ganar un susto. Sabemos que nadie cocina como tu mamá, pero los viajes son para conocer cosas nuevas. 8.- Lo importante, siempre contigo. En el viaje, pero también durante todos los días que duren tus vacaciones, lo mejor es que lleves la documentación, las tarjetas y el dinero lo más pegado a ti. Aprovecha que las riñoneras vuelven a estar de moda y mételo todo en una que lleves siempre encima. Aprendamos de los adolescentes que las llevan colgando cruzadas y en corto, a la altura de la clavícula, de manera que siempre las tienen controladas y al alcance de la mano. 9.- El móvil, una ayuda siempre. Entre viajeros habituales el móvil es un elemento omnipresente y muy útil. No sólo porque en él puedas guardar todos los teléfonos de la compañía aérea, de tu hotel o del consulado que puedas necesitar (mejor no fiarse de poder conectar al wifi del aeropuerto) sino que puedes poner la alarma para que te despierte y aprovechar para echar una cabezadita en el taxi o en el autobús de camino al hotel. Si te despiertas corriendo al llegar, es posible que con las prisas y la desorientación olvides algo. 10.- Menos es más. En un viaje, menos peso en tu maleta es más descanso y tranquilidad. Piensa muy bien lo que te vas a llevar antes de ponerte a hacer el equipaje y piensa que en, una vez en marcha, agradecerás que al llevar tu maleta no te parezca que arrastras una bola de preso.Más noticias en Unpaisdemontañas.