"Vivo en Teruel porque es la ciudad del amor"

Panagiotis Charizopoulos, natural de Salónica (Grecia), es ingeniero agrícola en Teruel.

"Vivo en Teruel porque es la ciudad del amor". Panagiotis Charizopoulos, ‘Panos’, nacido en la ciudad griega de Salónica hace 51 años, se apunta al eslogan que ha hecho famosa a la capital turolense a la hora de explicar por qué reside aquí desde hace 13 años. Llegó a la ciudad mudéjar en 2005 porque se enamoró y se casó con una turolense, Elena Herrero. La pareja decidió hacer las maletas para venirse desde Grecia a Aragón cuando sus hijos, ahora adolescentes, tenían dos y cuatro años. Panos, ingeniero agrícola, lidera un novedoso proyecto de Térvalis, el principal grupo empresarial de a provincia, para la producción de plantas aromáticas destinadas a la perfumería. Trabaja también en otras actividades agrícolas y en el emergente sector trufero.

Conoció a su esposa cuando esta viajó a Salónica "por estudios". Se casaron en 2000 y cinco años después cambiaron de aires para recalar primero en Tortajada –una pedanía de Teruel– y finalmente en la propia ciudad, donde "la vida es bonita y se está a gusto". Entre las virtudes de su residencia turolense, destaca "la tranquilidad, la rápida integración con la población local y el encanto arquitectónico del casco urbano, sobre todo su Centro Histórico".

Afirma que no echa nada de menos la gran ciudad –su entorno vital en Grecia– e incluso se ha convertido en propagandista de la pequeña capital turolense. "Mi familia ha venido a vernos en repetidas ocasiones y también a ellos les gusta Teruel", explica uno de los pocos griegos asentados en la provincia. Panos no se plantea el regreso a su país natal. Asegura que sus hijos, de 17 y 15 años, están plenamente integrados y son dos turolenses más. "No podemos ir dando vueltas por el mundo con ellos. Necesitan estabilidad", concluye.

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