El balonmano es su pasión y fue lo que le trajo a España en 2013, inicialmente al pueblo cordobés de Palma del Río, pero las numerosas lesiones que tenía el Bada Huesca en enero de 2015, llevaron al club oscense a pensar en Diógenes Cruz, más conocido como ‘Dijá’, para reforzar su plantilla. Fue así como este jugador brasileño conoció Aragón, cambiando los 12 millones de habitantes de Sao Paulo por los poco más de 52.000 vecinos de Huesca, donde vive su tercera temporada. Pero a la hora de hablar de contrastes entre los territorios, no piensa tanto en población, como en temperatura y ritmo de vida, acostumbrado a lo frenético de la ciudad. "Aquí hace más frío, pero los días son más largos que en mi país, en primavera y verano hasta las 8 y media o nueve no se pone el sol, mientras que en Brasil a las 6 ya se hace de noche. Eso hace que se viva con menos prisa", explica, aunque admite que cuando cruzó el charco por primera imaginaba un continente más frío, incluso en verano.

Al margen de eso, Dijá no duda en señalar otra de las cosas que más le llamó la atención al llegar. "Seguramente, la siesta. Me sorprendió que incluso las tiendas cierren en esas horas del día", asegura. ¿Lo que más echa de menos? Además de la familia y amigos, la música de Brasil. "Es algo que yo vivía mucho y aquí esa parte cultural es diferente", dice.

Admite que tras conocer Andalucía, los oscenses le parecieron menos extrovertidos, pero sin hacer de ello algo negativo. "La gente aragonesa puede parecer seria, pero es muy acogedora. Desde que estoy aquí, desde el primer día me cuidaron y me facilitaron todo".