“Un Justicia social, no político, que genere confianza, tenga reputación y mantenga la casa abierta a los aragoneses más necesitados”. Esta es la declaración de intenciones que el juez Ángel Dolado ha hecho este viernes en las Cortes tras prometer su cargo al frente de la tercera institución de Aragón, que pretende liderar con el deseo de alcanzar pactos para hacer “cada día un Aragón mejor”.

En un discurso directo en el hemiciclo, el Justicia de Aragón se ha estrenado en el cargo adelantando los nueve retos que se ha fijado para su mandato de cinco años. El primero, la defensa de los menores, seguido por el fomento de los acuerdos en educación, sanidad y la lucha contra la despoblación, la defensa del aragonesismo, la potenciación del principio de transparencia, la mediación y la difusión del derecho Civil Aragonés. Igualmente, ha adelantado que pretende reestructurar el personal del Justiciazgo y “optimizar” los medios propios y colaborar con el tejido social.

Dolado ha hecho una encendida defensa de sus orígenes humildes, recordando que es hijo de un pastor soriano emigrante y se crió en el barrio Oliver, y ha reivindicado la escuela pública como forjadora de su personalidad y carácter “críticos y reivindicativos”. En esta línea, ha defendido el principio de igualdad de oportunidades que imperaba en la España de la transición y que, a su juicio, no está ahora garantizado como antes.

También ha destacado que su elección demuestra que cualquier aragonés puede llegar a ser Justicia “sin necesidad de pertenecer a ninguna élite, primando lo profesional por encima de las facilidades que unos determinados orígenes puedan dar”.

Tras la posterior toma de posesión de Dolado en el Salón del Trono de la Aljafería, la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, ha incidido en que el Justicia debe ser “necesariamente molesto frente a los abusos y malas prácticas de las administraciones”. En unas segunda breve alocución, Dolado ha reconocido la labor de sus antecesores, especialmente a Fernando García Vicente, porque “ha dejado el listón muy alto”. Y ha añadido: “Es difícil mejorarlo. Espero no defraudar a la ciudadanía”.