Todos rondan los 60. Algunos los cumplieron hace tiempo y a quienes no, les falta poco. Sin embargo, las canas no son, ni de lejos, su máximo denominador común: son los más veteranos del Grupo Militar de Alta Montaña (GMAM) y están dispuestos a recorrer con sus esquís todas las cordilleras del planeta. Casi todos están ya en la reserva y unos cuantos incluso jubilados, pero su pasión por la montaña invernal no se apaga y cada año se reencuentran para perderse una temporada en una zona nueva del globo. El único requisito es no haber estado antes. Bueno, y que la nieve cunda.

Antonio Nalda tiene 59 años y es uno de estos séniors del GMAM. También es, un poco, quien lleva la voz cantante del grupo en las redes sociales, pues a través de su perfil de Instagram comparte todas las experiencias que vive junto a sus antiguos compañeros. ¿La última? La conquista de los Tatras desde Eslovaquia. Los Alpes, dice, ya los han recorrido de pe a pa.

Nalda vivió en Jaca durante 30 años, el tiempo durante el que se prolongó su destino en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales (EMMOE). Como él, los otros veteranos han estado muy ligados a Jaca, a la escuela y al Pirineo aragonés ya que antes, para acceder a este grupo de montañeros de élite, era imprescindible tener el diploma de montaña de la EMMOE.

El Grupo Militar de Alta Montaña se creó en 1985 y a día de hoy sigue integrado por unos 70 militares pero la realidad es que la falta de disponibilidad presupuestaria ha supuesto, en los últimos años, un grave parón de su actividad. Por eso, estos veteranos en la reserva que se costean sus propias expediciones por amor al monte son quienes mantienen vivo el espíritu del GMAM.

Este fin de semana los veteranos volvieron de su aventura anual: una experiencia de quince días por los Tatras en la han participado ocho de ellos. "Hemos hecho varios picos en esquí de montaña por los altos Tatras y un barranco por los bajos. Nos ha gustado muchísimo porque, aunque allí no hay picos de mucha altura, es una zona muy apetecible para hacer esquí de montaña: muy bonita, muy técnica y además el barranco muy salvaje y agreste", resume Nalda recién llegado a España.

Durante su vida activa en el ejército los componentes de este grupo de veteranos participaron en campañas antárticas, coronaron las cimas más altas de cada continente y recorrieron los tres polos (norte, sur y Everest). Desde que pisaron la reserva, no han perdido ni un ápice de las ganas y han seguido tachando cimas de su lista. El año pasado estuvieron en la Cordillera del Pamir, en Kirguistán y hace un par en Noruega, por encima del círculo polar ártico.

"Buscamos conocer nuevos espacios y zonas que no hayamos visitado antes. Es verdad que ya habíamos estado en los Cárpatos, pero no en esta zona. En años anteriores nos habíamos aproximado desde Rumania y desde Bulgaria. Vamos buscando zonas nuevas que sean un poco raras porque nos gusta descubrir lugares que no sean tan comunes", explica Nalda.

Él sigue ejerciendo como guía de montaña fuera del Ejército pero reconoce que ha sido pertenecer al GMAM lo que le ha permitido ir a lugares que, de otra manera, hubiese tenido "muy difícil" visitar.

Actividad del GMAM

Hasta el año 2011 los miembros activos del GMAM participaban en numerosas expediciones orientadas, en colaboración con organismos civiles, a realizar estudios científicos y médicos o a la experimentación de técnicas, equipos y materiales.

Aunque en los últimos años el grupo ha estado algo parado por falta de presupuesto, su actual director, el coronel Chaín, avanza que la cosa empieza a moverse de nuevo y que ya andan planeando una expedición a la Patagonia en la que, si finalmente sale adelante, participarán cuatro componentes activos del grupo que este año, además, han ingresado en el Grupo Militar de Alta Montaña Español.