Pon de beber
Lo había visto en viejas películas del Oeste pero no lo había vivido en persona hasta que recalé en Gelsa.
Y me gusta lo que veo. Aragón puro.
Parroquianos que coinciden en el Casino del Pueblo. Grupos que se forman y charlan animadamente mientras disfrutan de sus consumiciones. Estas van acabándose y, de repente, alguien dice:
¡Pon de beber! Y a esos de al lado, ¡también!
Comienza un festival de invitaciones y rondas, grupos de vecinos obsequiándose unos a otros. Fluyen las conversaciones, risas, cambian los componentes de los grupos. También alguna encendida discusión.
Y se vuelve a escuchar:
¡Pon de beber! Y a esos de al lado ¡también!
Y así, varias veces.
Te vas a casa habiendo disfrutado de una velada de ocio cultural que ni el mítico Café Gijón ha vivido, con comentarios igual de agudos que los de conocidos intelectuales.
De repente te das cuenta que la broma te ha salido por 7 euros. Con 10, la gran fiesta.
¿Alguien da más? ¡Gracias Gelsa! ¡Viva las gentes de Aragón!
