La caída de la natalidad y la frenada de la llegada de inmigrantes provocan un drástico descenso de los niños en edad de acceder a las aulas. En Aragón, 11.491 futuros alumnos de 3 años están llamados a escolarizarse para el próximo curso 2018-2019, un proceso que comienza el 18 de abril, lo que supone una pérdida de 248 escolares frente al año lectivo anterior (11.738), un descenso de un 2%. Estas previsiones, que maneja el Departamento de Educación una vez consultadas las cifras de nacimientos y del padrón, constatan un acusado descenso de población infantil que obliga a las administraciones a afrontar una reconversión educativa. En la Comunidad, los alumnos de 1º de Infantil se han desplomado desde 2012 de 13.100 a 11.600, es decir, 1.500 escolares menos y una bajada del 11,4%.

Tras el convulso periodo de escolarización vivido el año pasado por el recorte de aulas concertadas, este se avecina más tranquilo aunque con novedades rodeadas de polémica. Educación está revisando el aumento de diagnósticos de Alumnos con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (Acneaes), sobre todo de estudiantes con altas capacidades, que se ha detectado en al menos 14 centros concertados de Zaragoza de cara a la cercana matriculación. Algunas voces, entre ellas Podemos y el sindicato CGT, denuncian que este aumento podría deberse a una maniobra para eludir la necesidad de tener que reservar más plazas todo el curso para esta tipología de estudiantes. Este es el primer año en que Educación, para lograr una equilibrada distribución de Acneaes, flexibiliza el número de vacantes para ellos que podrán ser más de tres por aula (límite que existía hasta ahora) y tendrán que mantenerse la totalidad del año lectivo. Las plazas se establecerán en función del porcentaje de Acneaes ya matriculados en cada cole y la media de la zona escolar.

Durante los últimos días inspectores de Educación han visitado estos establecimientos de enseñanza. De momento, según se explicó en la comisión de garantías celebrada el pasado viernes, todavía se están comprobando datos. El Gobierno aragonés aseguró que si se detectaba algún tipo de irregularidad los datos se corregirían antes del comienzo del proceso de escolarización.

Otra de las dudas con las que arrancará la escolarización es cómo afectará a las peticiones la creación de la nueva zona 8 en la capital aragonesa. La división de la macrozona 5 en dos y la incorporación del distrito 8 para Romareda, Valdespartera y Arcorsur fue acogida de manera muy diferente por la escuela concertada, que la criticó, y la pública, que la aplaudió. Esta partición afecta a coles muy demandados, de los que algunos tienen que hacer tradicionalmente sorteo. Entre ellos figuran los públicos de la Romareda (Doctor Azúa, Cesáreo Alierta, Eliseo Godoy y César Augusto) y algunos concertados como Compañía de María, Jesuitas y Marianistas.

Lo que ya se sabe es que la nueva zona 8 tendrá una ratio (número de alumnos por aula) de 25, mientras en la 5 será de 23 (con la excepción de Parque Venecia, con 25). "No nos gusta que la ratio sea tan elevada, ya que hay un acuerdo de plantilla con los sindicatos que apuntaba a una disminución progresiva de cara a 2018", lamentaron desde el sindicato CSIF. Ahora habrá que ver si la apertura de los colegios en los barrios del Sur se traduce en una disminución de la presión en los coles públicos de Romareda, que, como el Doctor Azúa, se quejan de estar saturados y esperan contar solo con dos vías más.

Por otra parte, de las más de 200 familias de los barrios del sur de Zaragoza que se han adherido al plan de retorno de Educación para que sus hijos regresen a los colegios más cercanos a sus hogares, todas las solicitudes se han admitido menos una veintena.