- Por Aragón pase hace años, camino a más arriba -me decía mi padre- Paré en Calatayud a preguntar por la Dolores como dice la canción y vi su posada. Luego en Zaragoza la visita obligada al Pilar y una sorpresa; el museo de Pablo Gargallo.

Aquí le puse atención, yo estudie; descubrí su originalidad y su profeta me pareció grandioso.

- ¿Y te gustó?

- Bueno -duda- vi sus figuras raras...

-Pues para mi es originalísimo, único y las sinuosidades anatómícas en sus figuras recortadas me fascina.

Miraba a mi padre, su figura encorvada, su rostro enjuto, sus ojos acuosos, apagados.

- ¿Te apetecería que fuésemos juntos este próximo puente? -discurrí- tu ahora, tras morir de mamá estas solo y necesitas distraerte. Me encantaría ¿quieres?

- Si, me apetece compartir cualquier cosa contigo. Será una oportunidad de conocer más de los mañicos y un viaje generacional nos hará bien a ambos.¡Hacia Gargallo en familia!, lo que resta de nuestra familia, claro, tu y yo hija mía.

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